De oficio, padre del «crack»
El padre de crack es algo así como la madre de la artista, entre folclóricas, o actrices. Unas veces la cosa sale bien, otra mal
En el fútbol, asoma a veces el papá de crack, lo que no tiene que corresponderse necesariamente con el crack de papá. O a veces sí. O sólo algunas veces sí. Queremos decir que el oficio del padre, o de la madre, llevando el timón de la carrera del chaval, que ha salido estrella de la Champions, no es infrecuente. Entre otras cosas, los futbolistas, hoy, se vislumbran desde niños y los responsabilidades profesionales, o contractuales, suelen recaer en un principio en los padres, por razones obvias.
No es tan habitual que un crío de pocos años ya tenga representante. Es raro. Luego sí, enseguida sí, y a veces el representante es el padre. O el hombre que vela por las tesorerías de la estrella, aunque la carrera la lleve otro, que no tiene por qué ser Jorge Mendes , el que maniobra en las carreras de Mourinho , o Cristiano Ronaldo .
A Leo Messi le ha llevado los asuntos de mucho bulto su padre, Jorge Messi, y a veces las cosas han salido bien, y otras veces no tanto. El padre de Kaká , Bosco Leite , ha sido uno de los más famosos representantes del futbol planetario. Cuando Kaká fichó por el Madrid, el padre estuvo firme en solicitar la comisión correspondiente, que era un diez por ciento del contrato millonario del hijo, que venía del Milan.
Ofertas y negocio
La carrera de Juan Mata la ha venido llevando su padre, Juan Antonio Mata , y la de Rafhina la pilota el suyo, Mazhino . Mazhinho vela por los negocios del hijo, y también por las ofertas entre clubes, cuanto toca.
Esto es muy frecuente en el fútbol, aunque a veces el padre decide dar un paso atrás, cede las decisiones de fichaje a un representante profesional, y queda a cargo de las inversiones de los dineros del hijo, que tiene que dedicarse sólo al balón, sin distracciones. Los asuntos de Neymar los lleva su padre, bajo la mediación de la empresa N&N. Rodrygo Goes , hoy jovencísimo talento del Real Madrid, vive en grato apego con sus padres. Su padre, Eric Batista , y su madre, Denise , han educado al hijo bajo las razones de la gratitud. Son inseparables, padre e hijo. Juntos cumplen los entrenamientos, y juntos rematan horarios largos de ver fútbol español, brasileño, europeo. Pero las cuestiones de trámites profesionales, quedan de la mano de Nick Arcuri , representante, que es quien ofreció en su día a Rodrygo el interés del Madrid por él, y el del Liverpool.
Meter en vereda
El papel de un padre no tiene por qué ser un papel de discordia o estorbo en la carrera de un crack, porque a menudo los padres funcionan de consejo o freno a los riesgos o despistes de unos chicos que tienen el mundo rendido a los pies de la poca edad. El padre del simpático Joaquín , Joaquín Sánchez , ha sido definitivo para la carrera del futbolista. Cuando Joaquín empezó a amar la noche tanto como el balón, el padre, Aurelio , le metió el vereda.
Dicen los que saben del negocio que todo padre suele ver un trabajo en la vigilancia de la carrera del chico, y eso mismo el chico lo acaba viendo sólo como un favor. El padre de crack es algo así como la madre de la artista, entre folclóricas, o actrices. Unas veces la cosa sale bien, otra mal. Como la vida misma.
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