Nyno Vargas: «Se ha demostrado que José Antonio Avilés es un estafador y un embustero»
El cantante habla de su paso por «Supervivientes» y de su canción del verano, una colaboración con Omar Montes llamada «Hola Nena»
Aunque le costó mucho decidirse, el cantante Nyno Vargas hizo un parón en su carrera musical el pasado mes de febrero para plantearse un reto personal: entrar en el reality show Supervivientes y vivir para contarlo. Allí ha tenido sus más y sus menos con algunos compañeros de isla, pero asegura que la experiencia ha sido muy enriquecedora y lo cierto es que parece que le ha insuflado nuevas fuerzas para continuar dando machetazos por la jungla de la industria del pop. La primera canción que ha sacado tras su regreso del programa, una colaboración con Omar Montes titulada «Hola nena» , ya apunta a canción del verano: en un mes ya es Disco de Oro, número uno en Tendencias de Youtube, número uno en vídeos musicales de YouTube y top 7 en Spotify, y ya ha conseguido más de 25 millones de streams en las distintas plataformas digitales.
Estarán satisfechos con el recibimiento de «Hola nena».
Mucho. Está yendo de lujo y no nos podemos quejar. Es una pena no poder presentarla en directo.
¿Cuando la escuchó terminada pensó que iba a ser un hit?
Pues la verdad es que sí. Al principio iba a ser otro tipo de canción, más lenta. Pero luego cambiamos de idea, para que fuese una canción de discoteca, para bailarla. Y al escucharla los dos, supimos que iba a pegar.
¿Cree que sonará mucho en los chiringuitos, en los que habrá un ambiente menos festivo que de costumbre?
No espero nada, porque está todo parado. Me he hecho a la idea de que hay que esperar al año que viene. Pero oye, si de pronto se arregla la cosa y podemos estar bailándola en los chiringuitos, pues de lujo. Todo esto me lo tomo con una suerte para tener más tiempo para acabar mi disco, que estará a un sesenta por ciento.
¿Por qué eligió a Omar Montes para esta colaboración?
Ha sido más por amistad que por negocio, porque nos conocemos desde hace diez años.
¿Cómo se conocieron?
Fui a hacer un bolo a la discoteca de un amigo, y coincidimos allí. El trabaja de portero de la discoteca, y me dijo que le gustaba mi música. El dueño era amigo común, y así entablamos relación, también por nuestra pasión común, el boxeo. Empezó a venirse al apartamento en el que yo vivía, salíamos por ahí juntos, me acompañaba en todo momento... de hecho sus primeros seguidores se los conseguí yo, porque él me decía: «Porfa pon en tus redes que me sigan». Porque claro, él no era conocido. Pero conocía a mucha gente de la noche y de las discotecas, y me conseguía bolos. Luego empezó a cantar mis temas conmigo, y luego le saqué en un vídeo mío en 2012, en la canción «Dame una razón». A raíz de ahí quiso cantar, y le dije que se lanzase. Empezó justo ahí, en 2012, y ha estado muchos años intentándolo hasta que ha conseguido tener éxito. Lo que pasa es que eso la gente no lo sabe.
Habrán vivido muchas juergas juntos...
Un montón de juergas, un montón de historias, un montón de rollos, algunos buenos y otros malos... Hemos tenido broncas cuando éramos más chuletas. En una movida que hubo él estaba por ahí de por medio. Es que son muchos años juntos. Soy casi casi su padrino musical.
¿Cómo ha afectado su paso por Supervivientes a su carrera?
Dejé las cosas bien atadas. De hecho, el videoclip de «Hola nena» lo grabé un día antes de que me incomunicaran, que fue el 14 de febrero. Al principio dije que no a Supervivientes, pero luego me lo pensé.
¿Por qué?
Dije que no porque la tele no me gusta, es demasiada exposición, y no quería que se tergiversara mi faceta de artista, que se me viera como un personaje televisivo. Pero entendí que era un programa muy serio, el reality por excelencia, el más importante. Hablé con ciertas personas y me convencieron de que podía ser una experiencia que me hiciera crecer como persona. Venía de una situación difícil en mi vida, un año arrastrando una enfermedad de mi padre, y estaba muy depresivo. Quería dejarlo todo, incluida la música, porque mi padre no levantaba cabeza. Pero empezaron a llegar buenas noticias, y me lancé. Y ha sido una aventura. Todo lo que te pueda decir se queda corto.
Pero habrá cosas que no le han gustado.
Yo no quería ganar, no era mi meta ni mi ilusión. Quería vivir una experiencia única, que ni siquiera pagando puedes conseguir. Además me dijeron que era la edición más extrema. La imagen que he dejado es la real, la de un chico humilde, de barrio, que no es mala persona. Porque había gente que por mi fachada se pensaba que era un chulo. He recibido miles de mensajes felicitándome por mi comportamiento en la isla, sobre todo después de que haya habido gente que se ha ensañado conmigo, levantando falsos testimonios y haciendo las cosas mal por estrategia. Lo peor que he llevado ha sido la convivencia con ciertas personas que se han dedicado a manchar mi imagen. Menos mal que la verdad terminó saliendo. Me acusaron de tramposo, sin pruebas. Luego, cuando salieron las pruebas, fue para mi beneficio. Porque José Antonio Avilés me acusaba de robar, y el programa decidió sacar las imágenes y se vio que las que habían robado fueron Rocío Flores y Estefanía. Se ha demostrado que José Antonio Avilés es un estafador y un embustero. Decían que había hecho trampas en algún juego... ha habido gente que ha intentado joderme, por envidia y porque me veían un rival muy fuerte. Veían que ganaba pruebas, que tenía seguidores, que salía de líder... y no entraba al trapo con los conflictos. Por eso querían tumbarme. Iban como lobos, y no les importaba inventarse cosas, dejarte mal delante de toda la audiencia... Y se creían que la gente es tonta, pero no. A la audiencia la puedes engañar un día, dos días, pero es un concurso muy largo. Me hubiera gustado llegar más lejos, pero aguanté diez semanas y lo di todo, sin ponerme enfermo.
¿Rocío y Estefanía se quedaron calladas cuando le acusaron a usted?
Se quedaron calladas y nos echaron la culpa a Jorge y a mí. Y luego no admitieron su robo. Y no contenta con eso, la cabrona se robó una lata de comida, la única que teníamos, y nos dejó dos días sin comer. He perdido casi veinte kilos. Se portaron muy mal, muy mal.
¿Le ha costado recuperar el peso?
No me ha costado nada (risas). En una semana engordé diez kilos. El primer día miraba a la comida y lloraba. Me comí una tortilla de diez huevos, medio kilo de pavo, un bol entero de arroz, una bandeja de fruta, cinco pasteles, zumos... una locura (risas).