Nuria Fergó: «Tuve un amorcito chulo, chulo. Era portugués, ¡y madre mía con el portugués!»

Angie Calero

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29/08/2018 a las 00:07h.

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La Vuelta Ciclista a España arrancó hace unos días, 25 de agosto, con «La vida son solo dos días», un tema compuesto por Nuria Fergó que animará y dará fuerza a todos los corredores hasta la meta final, que llegará el próximo 16 de septiembre. Una canción que habla de no perder la ilusión y de luchar por lo que uno quiere.

La Vuelta Ciclista siempre sabe a verano, a espetos a la brasa, a chiringuito de playa y a noches despreocupadas en las que una termina conociendo a un amor que no tarda en ser un romance, y que dura lo que duran el verano y las vacaciones. Nuria Fergó recuerda perfectamente esa sensación y le viene a la cabeza uno de los amores de verano más intensos que tuvo durante su juventud. Ocurrió a los pocos meses de haber cortado con su primer novio, con quien había mantenido una relación de cuatro años. «Fue un amor de esos que duró lo que duró el verano. Yo tenía 20 añitos , y fue un amorcito de verano chulo , chulo, chulo». Era portugués, recuerda. «¡Y madre mía con el portugués!», afirma antes de echarse a reír.

Vivió esta historia cuando todavía era una persona anónima, un par de veranos antes de saltar a la fama tras participar en la primera edición de «Operación Triunfo». «Cuando salí de la academia no quería que me conocieran por mis amoríos, sino por mi música. Me privé de muchas cosas, como de ir andando por la calle cogida de la mano de un chico», recuerda. Y añade: « Ahora ya me da todo igual ».

Y de aquel romance veraniego surgió «Solo con mirarnos», la canción favorita de sus fans y que le dedicó a aquel joven luso que se cruzó en su vida, con quien compartió un verano de los que no se olvidan y al que no ha vuelto a ver desde entonces. «Y volverás y volveré / a recordar ese lugar / donde una vez jugamos a querer / y volverás y volveré / a recordar ese lugar / donde una vez de ti me enamoré», dice la canción. « Fueron momentos muy bonitos, chulísimos, no se me olvidan », cuenta. Porque los amores de verano, tienen ese noséqué que los hacen eternos.