Un nuevo escándalo salpica al Príncipe Andrés
Tras renunciar a las funciones públicas tras verse implicado en el escándalo sexual de Epstein, el hijo de Isabel II protagoniza una polémica financiera
El Príncipe Andrés de Inglaterra hace frente a una de las épocas más complicadas de su vida . El hijo de la Reina Isabel II anunciaba recientemente la renuncia a sus funciones públicas tras verse involucrado en el escándalo sexual de Jeffrey Epstein , fallecido este verano en prisión mientras cumplía condena por diversos delitos de naturaleza sexual.
Fue después de conceder una entrevista para contrarrestar las palabras de Virginia Giuffre , la mujer que le acusa de haber participado en una orgía con menores, cuando la audiencia se le echó encima y se vio obligado a apartarse de la Familia Real británica para no manchar, aún más, su imagen. Esta misma noche Giuffre concederá una entrevista también a la BBC para hablar sobre la presunta implicación del Duque de York en el caso de abusos.
Tras unas semanas «negras», los escándalos no cesan aún para el exmarido de Sarah Ferguson . Y es que ahora el diario «Mail on Sunday» saca a la luz el contenido de unos emails que podría salpicar de nuevo al príncipe. Según el medio citado, estos demostrarían que habría promovido un banco para millonarios con sede en Luxemburgo, propiedad del empresario David Rowland , mientras se encontraba realizando misiones comerciales de carácter oficial.
Durante estos viajes, el Duque de York habría aprovechado para realizar reuniones con clientes poderosos para, presuntamente, expandir su banco, lo que supondría un auténtico conflicto de intereses. Además, se le acusa también de mostrar a los Rowland información gubernamental que no deberían haber visto. Así, los correos electrónicos, filtrados por el propio hijo del empresario, Jonathan Rowland , confirmarían que el hijo de la Reina Isabel poseía una participación financiera en el banco y habría colaborado en su promoción.
Incluso, tal y como sostiene el «Mail on Sunday», también demostrarían que poseía una participación en una empresa con sede en las Islas Vírgenes Británicas que existió hasta marzo de este año. Así, el Príncipe Andrés habría utilizado su posición en la Familia Real británica para deslizar información a su amigo y socio comercial con fines estrictamente personales .
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