El multimillonario dueño de Topshop, Philip Green, acusado de abusos sexuales y racismo
El magnate supuestamente estaba utilizando acuerdos de confidencialidad y sustanciales pagos para ocultar la verdad sobre graves y repetidos episodios de acoso sexual, abusos racistas e intimidaciones

El periódico «The Telegraph» llevaba este martes a su portada un caso de acoso sexual y racismo en el que estaba involucrado uno de los grandes magnates de Reino Unido. Una prohibición de un juez a desvelar el secreto impidió decir a este rotativo su nombre. Un juez dictó que no podía publicarse y hoy hemos conocido que se trata del multimillonario empresario Sir Philip Green , de 66 años, y uno de los más conocidos en Gran Bretaña y dueño de varias tiendas de moda como Topshop, Topman, Wallis, Evans, Miss Selfridge y Dorothy Perkins (todas pertenecientes al grupo Arcadia).
Green, nombrado caballero por la Reina Isabel II en el año 2006, está acusado de abusos sexuales , ataques racistas y de intimidar a varios de sus empleados y obligarles a firmar contratos de confidencialidad, junto a grandes cantidades de dinero, para ocultar la verdad y tapar estos delitos.
El revuelo montado por no poder conocerse la identidad del hombre que habría cometido estas ilegalidades llegó hasta el Parlamento británico. Ha tenido que ser un parlamentario el que ha revelado, por el derecho que le da su cargo a hacerlo, que Green es el acusado. Fue el laborista Peter Hain , miembro de la Cámara de los Lores, que consideró su «deber» el desvelar el nombre del empresario.
Sin embargo, el magnate de la moda ha negado rotundamente todos los hechos «en la medida en que se sugiere que he sido culpable de un comportamiento sexual o racista ilegal, niego categórica y totalmente estas acusaciones». «Tanto mi empresa como yo mismo nos tomamos muy en serio las acusaciones y quejas de los empleados y, en caso de que se planteen, se investigan a fondo», asegura Green.
Ahora, varios diputados de todos los partidos políticos han pedido que Green sea despojado de su condición de caballero si las acusaciones de acoso sexual, abusos racistas e intimidación son ciertas. Además, el veto del juez a la publicación de The Telegraph ha abierto de nuevo el debate en Reino Unido sobre el uso de medidas cautelares para limitar la libertad de prensa en el país ante este tipo de casos relacionados con miembros. Según el fallo judicial, es ilegal revelar la identidad del empresario o identificar a las empresas, así como lo que se le acusa de hacer o cuánto pagó a sus presuntas víctimas.
A raíz de estas informaciones, varios medios apuntan a que personas del entorno de Green le tachan de tener «un lado oscuro» y de ser conocido «por intimidar a sus empleados».
Este magnate británico ha estado varias veces envuelto en la polémica en los últimos años. Fue uno de los empresarios más respetados en el sector hasta 2016, cuando se conoció la quiebra de unos clásicos almacenes británicos BHS , que eran de su propiedad. Su nombre siempre ha estado unido a las páginas del corazón por su vanidosa forma de ser y las bulliciosas y frecuentadas, llenas de «celebrities», fiestas que organizaba en sus mansiones. En una de ellas, incluso, contrató a Beyoncé como artista para amenizarla. Además, su hija, Chloe Green, también es carne de cañón para los medios sensacionalistas ingleses al haber mantenido diversas historias de amor con el conocido como «preso más guapo del mundo, Jeremy Meeks .
Conocidos son, además, sus enfados y la exigencia máxima que aplica a sus trabajadores en su compañía. Público fue la vez que despidió a un ejecutivo de su empresa que había instalado un nuevo sistema de información llamándole a su despacho y mostrándole una gran cantidad de dinero en efectivo acusándole de habérselo hecho perder.
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