Melania Trump, una primera dama excluida de las revistas de moda

En su verborreico discurso tuitero, Donald Trump ha puesto en la diana esta vez a las grandes publicaciones de moda. Al presidente de Estados Unidos no le ha gustado nada que en sus cuatro años de mandato ni una sola de las revistas femeninas haya dedicado una portada a la primera dama, Melania Trump . El pasado viernes, Día de Navidad, retuiteó un mensaje de la página digital «Breitbart» donde se leía: «Los snobs elitistas de la prensa de la moda han desterrado de sus páginas a la primera dama más elegante de la historia». Trump compartió el mensaje y añadió de su cosecha: «La más grande de todos los tiempos» y tildó a las revistas como fake news.

Las antecesoras de Melania Trump en la Casa Blanca sí obtuvieron el respaldo y complacencia de las revistas. Quizá el caso más reciente y notable sea el de Michelle Obama , quien ocupó la portada de una publicación de moda hasta en 12 ocasiones, durante los dos mandatos de su marido. «Vogue» le mostró su confianza hasta en tres ocasiones (la primera en 2009 tras asumir el cargo, en 2012 y en noviembre 2016 poco después de la victoria electoral de Trump), con portadas icónicas como la firmada por Annie Leibovitz .

Hillary Clinton ocupó la portada de «Vogue» en 1998, bajo el titular «La extraordinaria Hillary Clinton». Las exprimeras damas Laura y Barbara Bush aparecieron en la «biblia de la moda», pero no en la portada, durante su paso por la Casa Blanca.

Choca bastante la falta la atención de las revistas femeninas hacia Melania Trump, teniendo en cuenta su pasado como modelo, su espectacular planta y su llamativo estilo de vestir. Christiane Amanpour, presidenta de CNN, confrontó a la editora de «Vogue», Anna Wintour , ante el indiscutible hecho de que en su preciada portada aparecen muchas más mujeres demócratas que republicanas.

Wintour no negó ni se disculpó por ese desequilibrio o la omisión de Trump. «En la portada aparecen mujeres que son iconos e inspiración para las mujeres desde una perspectiva global».

Las revistas femeninas pertenecen a grupos empresariales privados con derecho a elegir a quién poner en la portada. Desde la oficina de Melania, sus representantes explicaron a Fox News que tiene asuntos más importantes de los que preocuparse que una portada.

Además, antes de desembarcar en la Casa Blanca sí logró ver su rostro estampado en algunas portadas. En 2005, enfundada en un vestido de novia de Christian Dior tras su boda con Trump, apareció en la portada de «Vogue». Cinco años antes, protagonizó una sesión de portada desnuda para la versión británica de «GQ» cuando todavía era conocida por su apellido de soltera, Melania Knauss.