El mejor verano en la vida del cantante Rulo: «Fue estar en el local de ensayo, que incluso dormíamos allí»

Sus mejores vacaciones las pasó en su ciudad, Reinosa, encerrado durante incontables horas diarias para aprender a tocar la guitarra

Rulo Gtres
Nacho Serrano

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Para un joven de quince años, un buen veraneo requiere un viaje, espacios abiertos y mucho tiempo para gastar. Pero en el caso de Raúl Gutiérrez , más conocido como Rulo (antiguo miembro de La Fuga y ahora solista), es muy distinto: su mejor verano lo pasó en su ciudad, Reinosa, encerrado durante incontables horas diarias para aprender a tocar la guitarra. «Me había vuelto loco por la guitarra eléctrica, y me pasaba todo el día en el local de ensayo. Esa fue mi vida ese verano. No pensaba más que en el hoy, en el presente, y lo aprovechaba para avanzar con el instrumento, que era lo que más me motivaba», cuenta el artista cántabro.

Aquellos tres meses de 1995, lo único que hacía Rulo además de ensayar era ir a conciertos. «Me acuerdo que un día llegó un colega y dijo, “venga, vamos a ver a Extremoduro al Joe’s Bar”, una sala de Bezana que ahora es un gimnasio. Era un local para cuatrocientas personas o así, y allá que fuimos a verlo».

Rulo y sus amigos disfrutaron de una inolvidable velada con Roberto Iniesta en sus tiempos gloriosos, pero para él no fue suficiente. «Nunca he sido un fan de estos que van desbocados, pero recuerdo que al terminar me colé en el camerino. Yo era un canijo con el CD de “Deltoya” en la mano, y de pronto me encuentro con el Robe, en pelotas. Todos sabemos lo bruto que puede ser él al hablar, pero lejos de decirme que me fuera a tomar por culo, me dijo “pero chaval, qué haces tú aquí”. Y yo: “perdona, ¿me puedes firmar el disco?” Es un recuerdo muy bonito».

Evidentemente, Rulo no tenía carnet de conducir por aquella época, así que dependía de « Juanfi , el guitarrista, que era mucho mayor y tenía un Ford Fiesta», para ir a ver a sus grupos favoritos. «Una vez estábamos ensayando, y de pronto se paró y dijo: “¡Oye! ¡Que tocan Platero y Tú en la discoteca del Corral de Suances. ¿Bajamos? Así fue el verano. Ir a ver a los grupos que venían a Cantabria, y estar en el local de ensayo, que incluso tenía habitaciones y dormíamos allí. Era una casa de mi abuelo que nos dio mucha vida, y mucha libertad. En Madrid igual no puedes desaparecer de casa tres días siendo un chaval, pero en Reinosa sí».

Aquella primera banda de rock en la que tocó, formada en 1992, se llamaba Suizidio. En 1994 dieron su primer concierto, y en el verano que nos ocupa actuaron «más de cuarenta veces» , asegura Rulo. «Tocábamos en cualquier lugar, donde nos dejaran. Bares, fiestas… Me acuerdo de que nos solían decir: “¿Qué queréis a cambio, veinte mil pesetas o la barra?”. Nosotros decíamos “la barra”, y nos reíamos entre nosotros en plan, “este hombre no sabe lo que ha hecho».

Rulo era hijo de padres separados, y éstos trabajaban mucho así que solía tener muchas horas para hacer lo que le diera la gana. «Santander ya es otra cosa, es más grande, pero en Reinosa sentías el espíritu de barrio , que aún existe. Estoy muy agradecido por haber tenido esa vida de barrio. No soy psicólogo infantil, pero creo que esos años cimentaron mi personalidad».

En su canción «Verano del 95» cuenta también que se bañaba en un río, «pero es una pequeña licencia», señala, «porque en realidad hablo de un pozo muy grande, que se llama la Mina Fontoria, que la preferíamos a las piscinas. Allí tuve mis primeros amores . Ahora lo recuerdo y se me pone la patata a mil por hora».

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