Meghan Markle pasa la prueba de los miembros más exigentes de la Casa Real inglesa
La futura mujer del Príncipe Harry tuvo que encandilar a los perros de la Reina Isabel II, conocidos por sus malas pulgas
Si Meghan Markle se pensaba que la Reina Isabel II iba a ser un hueso duro de roer, estaba muy confundida. Una vez anunciado el compromiso con el Príncipe Harry , que tendrá lugar el próximo mes de mayo en la capilla de St. George del castillo de Windsor, le quedaba todavía un fleco suelto: la aprobación de los miembros más exigentes de la Casa Real inglesa.
Sin duda, los perros de la Reina no aceptan a cualquiera. Conocidas son las malas pulgas que se gastan los fieles amigos de la Monarca y mediáticos han sido los incidentes que han protagonizado con varios trabajadores del Palacio de Buckingham, entre ellos, un chófer, un relojero y un par de Policías.
Willow , el corgi galés de Pembroke, una de las razas más antiguas de Gran Bretaña, y los dos dorgis -cruce de corgi y dachsmund-, Candy y Vulcan, dieron su aprobación al instante a la intérprete estadounidense. Pese a su caracter, Markle consiguió conquistarles. «Te acogieron al instante», admitió el propio Príncipe Harry en la entrevista con la BBC, a la vez que aseguraba que lo primero que hicieron fue «menear la cola». Y añadía: «Me he pasado los últimos 33 años recibiendo ladridos , y esta entra por la puerta, y nada».
No es de extrañar la buena aceptación que ha recibido. Markle es una amante de estos animales de cuatro patas. Tiene dos perros a los que adora, Bogart y Guy, y es una firme defensora de la adopción de los perros. De hecho, uno de ellos ya se encuentra en Londres a la espera de que su compañero también pueda hacerlo.
Una prueba muy importante para la Reina Isabel II, ya que no se separa de ellos y los trata como a auténticos marajás . Viven a cuerpo de rey en palacio, atendidos las 24 horas del día por un mayordomo bajo la atenta mirada de la abuela del Príncipe Harry.
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