«Mari Carmen y sus muñecos» habla sobre el bulo de su muerte: «¡Qué malos son!»
La humorista más famosa de España vive plácidamente en el Puerto de Santa María, rodeada de su familia
El pasado domingo surgió un nuevo bulo en el mundo del espectáculo: María del Carmen Martínez-Villaseñor Barrasa , a la que todo el país asocia con la coletilla «y sus muñecos», habría fallecido en un hospital de Cuenca, arruinada. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Y es que la humorista más famosa de España vive plácidamente en el Puerto de Santa María, rodeada de su familia. Así lo ha asegurado esta mañana a Beatriz Cortázar : « ¡Qué gente más mala! ». Aunque Mari Carmen siempre intenta ver el lado bueno de las cosas: «Me viene genial, me están llamando para galas y muchas entrevistas, les ha salido el tiro…¡que les den!», afirma a este periódico y adjuntaba una fotografía tomada el pasado sábado junto a unos amigos.
Si bien es cierto que desde hacía tiempo no se conocía el paradero de la ventrílocua conquense, cuya ciudad natal le dedicó una calle llamada «Mari Carmen y sus muñecos» en reconocimiento a su trayectoria profesional, lo cierto es que la propia humorista, de 74 años, se ha sorprendido con la noticia: «Me ha llamado media España» , explica sin salir de su asombro.
Nacida en Cuenca el 4 de mayo de 1943, María del Carmen Martínez-Villaseñor Barrasa es considerada como la humorista del teatro de guiñol más reconocida del panorama nacional, mundo en el que se inició gracias al padre del también artista José Luis Moreno . Cuatro son los muñecos con los que se ganó el cariño y el respeto del público desde 1967 y durante más de cuatro décadas: Nícol , un pato castizo e irreverente; Daisy , una adolescente respondona; Rodolfo , un león sensible y delicado; y, posiblemente la marioneta más conocida por todos, Doña Rogelia , la anciana cascarrabias y gruñona.
Su último trabajo fue como actriz secundaria en la película «Torrente 5»: «Yo iba con mi hijo y nos cruzamos con Santiago Segura . Nos presentamos y le juré que no había visto una película suya. Por la noche alquilé la primera de Torrente. Le llamé para decirle que era un asco y me fichó. Bueno, pues he pasado del repelús hacia el personaje a un amor incondicional», confesó durante una entrevista concedida para la revista Mujer Hoy en mayo de 2014.