Luján Argüelles y Carlos Sánchez Arenas se han separado
La pareja, que comenzó su relación en 2013, tiene una hija en común: Miranda Sánchez, de cinco años
![Luján Argüelles y Carlos Sánchez Arenas](https://s1.abcstatics.com/media/estilo/2020/08/16/arguelles-koZF--1248x698@abc.jpg)
Luján Argüelles (43 años) y Carlos Sánchez Arenas siempre formaron un buen tándem. Consiguieron llevar una vida discreta, alejada de los medios, y formar una familia con el nacimiento en 2015 de su hija Miranda, de cinco años. Sin embargo, las cosas no han salido bien para ellos. Según adelanta la revista «¡Hola!», la presentadora de televisión y el empresario se han separado.
Tras siete años de vida juntos, Luján Argüelles y Carlos Sánchez Arenas hace un tiempo que decidieron emprender caminos diferentes. La ya expareja comenzó su relación después de que la presentadora de televisión asturiana se divorciase de Benjamín de la Fuente , con el que estuvo casada durante tres años.
Siempre hubo rumores de boda entre Luján Argüelles y Carlos Sánchez Arenas, pero lo cierto es que nunca llegaron a desposarse. La vida sentimental de Luján se hizo pública cuando su exmarido, Benjamín de la Fuente, contó en una entrevista con ABC que la presentadora de televisión le debía dinero. Reconocía su error al casarse con ella. «Nunca debí casarme con Luján Argüelles», decía a la vez que aseguraba que le había dejado por Whatssap.
«A los dos días de volver, Luján se fue a trabajar y, cuál es mi sorpresa cuando me manda un mensaje pidiéndome que me vaya de casa. Yo pensaba que era una broma, pero no fue así», revelaba. Durmieron cuatro días en cuartos separados. «Ella quería arreglarlo pero me di cuenta de que no era feliz, nunca debí casarme», reflexionaba en una entrevista de 2013.
Tras la separación, Luján Argüelles está de vacaciones en el norte y muy volcada en el cuidado de su hija. Cuando llegó al mundo en 2015, la presentadora cumplió su sueño de convertirse en madre. «Estoy superemocionada. Y eso que yo no era nada de... Pero de repente es como: '¡Dios!' Muy guay», decía entonces.