La lucha de la última (y excéntrica) princesa hawaiana por recuperar su fortuna

Abigail Kawānanakoa fue incapacitada para gestionar sus bienes tras sufrir un derrame cerebral

Abigail Kawānanakoa junto a Veronica Gail Worrth Redes Sociales

ABC

Abigail Kawānanakoa es considerada por muchos la última princesa estadounidense. Descendiente del rey Kalākaua , último monarca del Reino de Hawái (antes de que el archipiélago fuera invadido por las tropas estadounidenses en 1893) ya no cuenta con un título oficial pero siempre ha utilizado este tratamiento para dedicarse a diversas causas benéficas.

Ahora, a sus 93 años esta inmersa en una batalla legal para recuperar su fortuna, estimada en unos 200 millones de euros, que le fue «arrebatada» tras sufrir un derrame cerebral en 2016. Entonces, el que fuera su abogado, James Wright , solicitó que fuera incapacitada para manejar sus finanzas. Lo hizo alegando, además, que Veronica Gail Worrth , la esposa de 66 años de Kawānanakoa, abusaba de ella. Desde entonces, el dinero que han estado percibiendo ambas para vivir lo determinaba su asesor bancario. No obstante, la pasada semana un magistrado determinó que la princesa tendrá que someterse a un examen médico que determinará su capacidad para gestionar de nuevo sus bienes. «Es una situación triste. Mi herencia me dicta que debo cuidar al pueblo hawaiano», replicó a la salida.

Pero Abigail Kawānanakoa se personó en los juzgados no solo con su mujer, sino también con su mascota, un chihuahua al que lleva en un carrito de bebé, que estuvo presente durante la vista y que dejó sin palabras a los allí presentes. Y es que es conocida por su excéntrica forma de hacer las cosas y no dar importancia lo que la gente piense sobre ella.

El origen de la disputa

Tras sufrir el derrame cerebral, el exabogado de la princesa se empeñó en demostrar que el accidente cardiovascular la había incapacitado mentalmente, con el fin de convertirse en el fideicomisario de su millonaria fortuna. Pero ella decidió prescindir de sus servicios y casarse con la que había sido su pareja durante años para garantizar su herencia , algo que finalmente no sirvió de nada. En la actualidad el asunto está en manos de su nuevo abogado, Bruce Voss .

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