Luca Dotto, el nadador más veloz en el olimpo de la cosmética
El campeón italiano es un gran reclamo publicitario. Él solo sueña con ganar una medalla olímpica
Unos niños sueñan con ser policías, otros con ser millonarios, pero el italiano Luca Dotto (25 años) soñaba con nadar . «El galán de la piscina», como se le conoce, tiene 13 medallas colgadas en la pared de su casa. Y si todo va como él planea, podrá presumir de alguna más ganada en los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Dotto, que compite en la carrera más rápida de la natación (50 metros libres), simboliza la velocidad, la potencia, la agilidad, el triunfo... Y, como él mismo cuenta, casi sin despeinarse. «Sonará prepotente, pero me ha resultado muy fácil. Con 21 años ya había llegado a lo más alto y era uno de los mejores del mundo . Parece que para estar a este nivel hago muchos sacrificio, pero no. Hago lo que amo», asegura. ¿Ni siquiera renuncia a las juergas con los amigos? «Soy un chico normal, que hace las cosas de un chico normal. La única diferencia es que me he pasado la mitad de mi vida nadando en lugar de jugar o salir», explica.
Asegura que come y bebe menos que sus amigos, « pero me tomo mis pizzas y mi copa de vino». Al preguntarle si estos no le envidian, confiesa que sí, aunque «en el buen sentido: viajo más, conozco a más gente, me invitan a planes fascinantes… Me envidiaron muchísimo cuando colgué en Instagram unas fotos con la modelo Candice Swanepoel», bromea. ¿Se liga más siendo famoso? «Ayuda mucho», reconoce.
Sin embargo, no se lleven a engaño: desde hace tres años comparte su vida, y su amor al agua, con Constanza Di Camillo. «También es nadadora, y eso nos permite viajar juntos y disfrutar de la misma pasión» . Y su relación debe de ir en serio, pues, tras subir a Instagram sus fotos con Swanepoel, ángel de Victoria’s Secret, rápidamente publicó otra de su novia con la leyenda «Ella es mi único ángel». Se considera un hombre feliz, «porque mi vida es mucho más apasionante que la de cualquier joven de mi edad».
Fuera de la piscina, el nadador también es una estrella de la publicidad. En 2012 se convirtió en «el cuerpo» de la línea de ropa interior de Giorgio Armani y fue imagen del perfume Acqua di Gio. Ahora es el nuevo embajador de Biotherm Homme e imagen de su línea Aquapower, con la que dice sentirse identificado «por el vínculo con el agua, por la energía que transmite y sus lazos con el deporte». Admite que no se aplicaba cosmética hasta que empezó a trabajar con esta firma – «pensaba que usar cremas era cosa de chicas», cuenta–, pero ha descubierto lo bien que se siente con la piel hidratada.
En cuanto a sus planes de futuro cuando le toque salir del agua, quiere terminar su carrera de Economía de los Deportes, que está estudiando poco a poco. « En Italia no dan ninguna facilidad a los deportistas de élite. Les parece una pérdida de tiempo y creen que perjudica a los estudios, cuando yo me saqué mi bachillerato año a año». Su ambición es convertirse en mánager deportivo y abrir un centro de fisioterapia y un restaurante. «Pero, de momento, solo pienso en subir al podio en la competición más importante de mi vida: Río 2016».
Noticias relacionadas