El legado que Pau Donés dejó atado meses antes de su fallecimiento

El pasado lunes 9 de junio el mundo de la música despertaba con la triste noticia del fallecimiento de Pau Donés , que perdía la vida a los 53 años a causa del cáncer de colon que le diagnosticaron hacía cinco años y contra el que protagonizó una batalla heroica. Con su último disco, cuyo lanzamiento estaba previsto para septiembre pero vio la luz el pasado mayo, el líder de la banda Jarabe de Palo homenajeó al auténtico amor de su vida , su hija Sara , y se despedía de una carrera de éxito.

El pasado mes de marzo, el cantante viajó a Estados Unidos para exprimir al máximo su tiempo con su hija, de 16 años, que fue el auténtico amor de su vida, pero también para ultimar los preparativos del que se ha convertido en su último trabajo profesional. Además, el líder de la banda Jarabe de Palo ya sabía durante los últimos meses que se el final estaba cada vez más cerca y comenzó a dejar todo lo relacionado con su legado bien atado. Según recoge «Vanitatis», en abril ya había dejado todos los asuntos económicos cerrados.

Pau Donés cambió por completo la configuración de la discográfica Tronco Records, que creó en los 90, y que contaba con él como accionista mayoritario y administrador único. A partir de ahora será su hermano Marc , a quien estaba muy unido, quien dirija discográfica. Esta sociedad, apuntan desde el medio citado, cuenta con un patrimonio de unos seis millones de euros, materializados principalmente en distintos inmuebles. Además, hace unos meses, suscribió una ampliación de capital de 300.000 euros.

Marc Donés, que será el encargado de que las últimas voluntades de su hermano lleguen a buen puerto, queda también al frente de una empresa de compraventa inmobiliaria, Casa Alena Bichos y Verduras SL., una labor que antes compaginaban de manera conjunta.

La herencia del artista va mucho más allá de los derechos de autor y de las letras, de sobra conocidas, que harán del de Pau un legado eterno. Y es que el cantante contaba con varias propiedades a su nombre, entre las que se encuentran un inmueble ne el paseo de Gracia de Barcelona, otra en Montanuy (Huesca) y otra en el Valle de Arán. Esta última la puso en venta por 2.300.000 euros hace unos meses. Cuando la compró estaba prácticamente en los cimientos y fue él quien se encargó de reformarla y darle forma. Se espera que estas propiedades pasen a ser de su única hija, Sara.