Las «lágrimas de cocodrilo» de Francesca Pascale indignan a los hijos de Berlusconi
Los médicos aseguran que Il Cavaliere está en óptimas condiciones tras una operación a corazón abierto. Hoy sale de cuidados intensivos
En el momento en que Silvio Berlusconi estaba en el quirófano bajo el bisturí del cardiocirujano Ottavio Alfieri, con sus cinco hijos en ansia y los seguidores de Forza Italia preocupados, su novia, Francesa Pascale, le robaba la escena. La pareja de Il Cavaliere aparecía compungida en una ventana del hospital, con un pañuelo en la mano y envuelta en lágrimas. Una escena inmortalizada por los fotógrafos y que ocupó las primeras páginas de periódicos y telediarios italianos. Se trata de un pequeño detalle en una historia dramática, pero la foto irritó a los hijos, en especial a la primogénita, Marina Berlusconi.
Y de ese llanto, definido por algunos como «lágrimas de cocodrilo», se continuará hablando, porque detrás no sólo hay una cuestión de amor, sino también una lucha de poder. De momento, ajeno a esas tensiones obviamente está Silvio Berlusconi, quien, con su atinado ojo hacia las mujeres, ha vuelto a sus mejores tiempos : ya bromea con las enfermeras. El testimonio es de su médico personal, Alberto Zangrillo, quien para demostrar que el ex primer ministro está bien, aseguró que ya le ha gastado una broma a una sanitaria tras la operación: «Podría trabajar en Telecinco» , le dijo.
En rueda de prensa, el cirujano que lo operó, Ottavio Alfieri, explicó cómo transcurre la recuperación de Berlusconi: «Está extremadamente lúcido y en óptimas condiciones. Duró cuatro horas la intervención, en la que se le quitó una válvula enferma . El resto del corazón está muy bien. Este jueves sale de cuidados intensivos. Hay que ser muy cautos, porque las complicaciones siempre son posibles».
Lo que sí es seguro es que el exmandatario saldrá del hospital con una familia más unida, según confiesan quienes se mantienen en contacto con el cerrado círculo de sus más allegados. Hasta ahora habían sido muy frías y distantes las relaciones de los hijos de su primer matrimonio (Marina y Pier Silvio) con los del segundo (Bárbara, Eleonora y Luigi). Pero desde hace diez días, su común preocupación y dolor por la enfermedad del padre ha llevado a los cinco vástagos a hacer las paces. Con ánimo de proteger a Silvio Berlusconi, se ha constituido así un «consejo de familia» del que forman parte, además de los hijos, su abogado Niccoló Ghedini, su estrecho colaborador Gianni Letta y su amigo de toda la vida Fedele Confalonieri, presidente de Mediaset.
Precisamente Confalonieri, cuando le preguntaron por las lágrimas de Francesca Pascale, respondió a los periodistas con ironía, incredulidad y frialdad: «¿Desde aquí habéis visto las lágrimas?¡Vamos, anda…!» Solamente el hermano del ex primer ministro, Paolo Berlusconi, mostraba comprensión hacia Francesca: «Cuando son mujeres que aman a un hombre, tienen todo el derecho de hacerlo». Las dudas sobre ese sollozo continúan. Un periódico conservador, próximo a Berlusconi, destaca en primera página: «Lágrimas de cocodrilo». Francesca Pascale, por su parte, ha negado al diario «La Repubblica» haber hecho ostentación de sus sentimientos.
Los médicos dicen que la rehabilitación de Berlusconi puede durar dos o tres meses y, después, podrá hacer vida normal. Una cosa segura es que la agenda se la llevará desde hoy el «consejo de familia» y no, como hasta ahora, su «círculo mágico» . Il Cavaliere está demostrando que tiene siete vidas, pero esta vez se cambiará el aire a su alrededor: su familia le hará ver que en septiembre se convertirá en octogenario.