El lado oculto de Rocío Flores, al descubierto
La hija de Rocío Carrasco ha mantenido un perfil bajo hasta hace apenas unas semanas
Rocío Flores (23 años) ha permanecido durante años «entre las sombras». La hija de Rocío Carrasco y Antonio David Flores se ha mantenido alejada de los focos y de los platós de televisión a pesar de ser una persona de gran interés público con motivo del enfrentamiento con su madre. No ha sido hasta que su progenitor ha comenzado su concurso en «Gran Hermano Vip» cuando la nieta de la desaparecida Rocío Jurado ha dejado claro que por él es capaz de saltarse sus propias normas. Pero, ¿cómo es Rocío Flores detrás de las cámaras?
La hija de Rocío Carrasco comparte gran cantidad de detalles sobre su vida privada a través de su cuenta de Instagram exceptuando, claro, los problemas familiares por los que dejó de hablarse con su madre hace 7 años. En este espacio virtual se ha encargado de plasmar, por ejemplo, la gran amistad que le une a su tía, Gloria Camila Ortega , que es uno de los pilares fundamentales de su vida.
También habla sobre la idílica relación con su novio , Manuel Bedmar , con quien lleva tres años saliendo y que es el claro protagonista de sus publicaciones, en las que no duda en declararle su amor. Él es un joven malagueño de 23 años amante de los coches y de los deportes y miembro de un equipo municipal de fútbol sala, tal y como contaba recientemente «Look». Bedmar ha conseguido conquistar también a la familia de su novia y fue uno de los invitados a la boda de José Ortega Cano y Ana María Aldón en 2018.
En la actualidad la hija de Antonio David se está embolsando una buena cantidad de dinero gracias a su papel como defensora del concursante de Guadaliz de la Sierra, y también a las colaboraciones con marcas que están comenzando a ver en ella una gran oportunidad para vender sus productos. No obstante, Rocío Flores tiene un trabajo que poco tiene que ver con la televisión y la publicidad, pero que sí se ve beneficiado por el mayor alcance que está consiguiendo en redes sociales.
Tal y como ella misma ha explicado en numerosas ocasiones, trabaja como «coach» (asesora) de vida saludable y su negocio le ha reportado ya muchos beneficios. Trabajando desde casa, afirma que le va muy bien profesionalmente y que ya ha conseguido cierta independencia económica. Su trabajo consiste en ayudar a otras personas a ponerse en forma a través de un plan saludable de seguimiento. La hija de Rocío Carrasco estudia Psicología en la Universidad de Málaga y puso en marcha este proyecto hace algo más de un año. Habitualmente habla sobre su «método» y, hace unos meses, anunció feliz un ascenso con el que había logrado un bono de 2.400 euros .
Aunque puede que, viendo las posibilidades que le ofrece el mundo del corazón, la joven opte permanecer delante de los focos, una decisión que hace tan solo unos meses era inimaginable . Y aunque aún se muestra reticente a la hora de hablar sobre la guerra familiar, poco a poco va arrojando algo de luz sobre este mediático acontecimiento.
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