El espectacular cambio del angelical niño de las chocolatinas Kinder

Bateson tiene 21 años reside en Londres ha dejado de ser modelo y las campañas publicitarias para estudiar

Relaciones Internacionales en la universidad

Fotografía de Josh Bateson Instagram

ABC.ES

La cara del niño que aparecía en las cajas de chocolatinas Kinder ha cambiado y, a tenor de su agitada vida social mostrada en redes sociales, parece que de forma bastante increíble. La imagen de ese niño rubio de penetrantes ojos azules y sonrisa radiante sigue siendo mundialmente conocida, al menos en el imaginario popular, pero no es así el nombre de este personaje ni el aspecto que tiene en la actualidad.

Concretamente, el chico se llama Josh Bateson y se ha convertido en un portento físico, aunque conserva los mismos ojos azules y la sonrisa pícara. Bateson tiene 21 años reside en Londres ha dejado de ser modelo y las campañas publicitarias para estudiar en la universidad Relaciones Internacionales.

Ha sido él mismo quién ha desvelado su identidad a través de las redes sociales donde es todo un «it boy» y cuenta con miles de seguidores. Josh sigue conservando el encanto de ese niño dulce pero ahora sus gustos han cambiado y ha dejado las chocolatinas por otras aficiones más acordes a su edad. Entre ellas ir de fiesta, navegar en yate y viajar por el mundo.

Finally finished for the weekend

Una foto publicada por joshbateson (@joshbateson) el

Otros niños Kinder

Antes que Bateson, Guenter Euringer fue el niño que representó durante años la imagen de la marca. Tras pasarse años ocultándolo, Euringer publicó en 2005 su biografía, « El niño del chocolate » («Das Kind der Schokolade»), donde reveló los pormenores de su paso por la marca de chocolate. Su madre trabajaba en una agencia de publicidad, cuando tenía 10 años lo llevó a una sesión fotográfica por la que cobró 300 marcos(150€), lo que no imaginaban es que esas fotos se convertirían en la imagen de Kinder durante 30 años.

A Guenter le encantaba ser la imagen de los productos Kinder, hasta que llegó a la adolescencia, entonces ya no le gustó que lo reconocieran y renegó volver a hablar del tema hasta el 2005, cuando publicó su libro.

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