Imelda Marcos, perseguida por su pasado

La viuda del exdictador filipino, condenada por parte del saqueo en sus veinte años en el poder

ABC

Pablo M. Díez

Además de miles de zapatos, la ex primera dama de Filipinas, Imelda Marcos , acumulaba en su armario del palacio presidencial de Malacañang tantos cadáveres y casos de corrupción que sus fantasmas siguen persiguiéndola hoy día. Tres décadas después de que su marido, el dictador Ferdinand Marcos , fuera derrocado por la revuelta del «Poder Popular», Imelda acaba de ser condenada por evadir 200 millones de dólares (176 millones de euros) del erario público a Suiza.

Según informa Efe, el Tribunal Anticorrupción de Manila le ha impuesto siete penas de entre seis y once años por las transferencias que hizo a varias fundaciones que había creado en dicho paraíso fiscal cuando era gobernadora de Manila, entre 1975 y 1986. Aunque la sentencia ordena su arresto y la inhabilita para desempeñar un cargo público, Imelda puede recurrirla al Tribunal Supremo y, mientras dura la apelación, seguir ocupando su escaño en el Congreso y presentarse en mayo del próximo año como candidata a gobernadora de la provincia de Ilocos Norte, el feudo de su familia que hoy dirige su hija Imee .

Colección de zapatos de Imelda Marcos

Protagonista junto a su esposo de una de las mayores «cleptocracias» de la Historia, se calcula que los Marcos se embolsaron unos 10.000 millones de dólares (8.820 millones de euros) desde que tomaron el poder en 1965 hasta que tuvieron que escapar a la carrera en 1986. Cuando huyeron a Hawái a bordo de un avión enviado por el Ejército estadounidense para salvarlos, llevaban las maletas llenas de lingotes de oro, diamantes y títulos de propiedades inmobiliarias.

Con tal saqueo y una represión que se cobró miles de vidas durante la ley marcial decretada por Ferdinand Marcos entre 1972 y 1981, lo raro no es que su viuda haya sido condenada ahora. Lo realmente sorprendente es que el clan Marcos siga en libertad y en primera línea política con el apoyo de buena parte de los filipinos. Mientras Imelda apura a sus 89 años su tercera legislatura como diputada y planea relevar a su hija como gobernadora de Ilocos Norte, esta baraja presentarse al Senado y su hijo, «Bongbong», se perfila como sucesor del presidente Duterte . Buena prueba de su alianza es que Duterte apoyó en 2016 la candidatura a vicepresidente de «Bonbong», quien finalmente perdió por muy poco frente a la abogada Leni Robredo , y ordenó trasladar el cadáver de su padre al Cementerio de los Héroes entre las protestas de las víctimas de la dictadura.

Desde que Imelda y sus hijos regresaron a Filipinas en 1991 , dos años después de la muerte de Ferdinand Marcos en Honolulú, se han visto implicado en numerosos casos judiciales. Curiosamente, ninguno ha conseguido llevarlos entre rejas. En 1993, Imelda fue condenada a nueve y doce años de prisión por dos delitos de corrupción, pero el Tribunal Supremo anuló la sentencia en 1998. También por corrupción, su detención fue ordenada de nuevo en 2009, pero se libró de ir a la cárcel al pagar la fianza.

Imelda Marcos junto al cadáver de su marido, Ferdinand Marcos REUTERS

Establecida por el Gobierno de Cory Aquino en 1986, la Comisión Presidencial del Buen Gobierno lleva desde entonces investigando a los Marcos e intentando devolver al pueblo filipino la fortuna que robaron. Entre ellos destacan más de doscientos de cuadros de maestros como Picasso , Goya , Rembrandt , Van Gogh y Monet . Aunque algunos de ellos se ven en fotos que los medios han hecho en casa de Imelda tras su regreso a Filipinas, la mayoría están desaparecidos. Ante la demanda presentada por la Comisión Presidencial del Buen Gobierno, que exigía 955 millones de dólares (842 millones de euros) a los Marcos por sus daños al pueblo filipino, el Tribunal Supremo volvió a absolverlos en junio.

Menos suerte tuvieron a principios de este año con su colección de joyas, que sigue confiscada en el Banco Central y el Estado podría subastar por más de 20 millones de dólares (167,6 millones de euros). Con piezas tan valiosas como tiaras con gemas y un diamante rosa de 25 quilates, el Tribunal Supremo dictaminó en febrero que el matrimonio Marcos las había adquirido ilegalmente porque no podían costeárselas con el sueldo oficial de Ferdinand como presidente.

En total, el Estado filipino ha recuperado unos 3.700 millones de dólares (3.260 millones de euros) de lo que expoliaron los Marcos. Mucho dinero, pero ni la mitad de lo que robaron.

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