El huracán Dorian tampoco perdona a las celebridades
Islas privadas arrasadas, villas anegadas, yates hundidos... Una vez más, el Caribe es el escenario de una tormenta perfecta

Basta que la naturaleza se ponga iracunda, para que el paraíso se convierta en un infierno. Más allá de las víctimas y los damnificados anónimos, una buena nómina de famosos experimentan, desde hace años, el pánico de verse en el ojo del huracán... si no ellos, sí sus propiedades.
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El Caribe, desde hace décadas, es ese edén privadísimo en el que estrellas del entretenimiento o adinerados empresarios se relajan en islas exclusivas. Pero ante vientos de más de 200 kilómetros por hora y precipitaciones de casi 500 litros por metro cuadrado... todos somos (casi) iguales. En 2017, el paso del huracán Irma por las calientes aguas caribeñas puso patas arriba las posesiones de Richard Branson (Necker Islan, en las Islas Vírgenes), Oprah Winfrey (Antigua), Bruce Willis (Turcas y Caicos), el mismísimo Donald Trump (St. Martin) o Roman Abramovich (San Bartolomé).
«El lugar más bello»
Ahora Dorian se ha cebado con las Bahamas, en especial su isla principal: el pasado lunes, quedó completamente anegada, con 5 muertos (cifra provisional) y una devastación sin precedentes. Entre las celebridades que han sufrido su látigo se encuentra el mago David Copperfield , residente en Musha Cay, un enclave privilegiado de 40 hectáreas por el que en su día pagó cerca de 50 millones de dólares. Aunque Copperfield reside aquí de manera permanente, escapó a tiempo del temporal. También el islote de Bahamas que Johnny Depp adquirió en 2009 ha quedado arrasado; mientras el viento huracanado asolaba su hogar, el actor se encontraba en Los Ángeles. «No he visto un lugar tan plácido y tan bello en mi vida», dijo en una ocasión sobre su vergel tropical.
Otra de las celebridades obsesionadas con la belleza de Bahamas es Mariah Carey , que compró una mansión de cuatro habitaciones y cinco cuartos de baño; o Beyoncé , que cada año se aloja durante varias semanas en el hotel One & Only Ocean Club de Nassau.
El cantante Lenny Kravitz , que cambió las calles de Nueva York por estas latitudes, compuso su último álbum, «Fly Away», en las playas de Gran Bahama. Él ha sido, junto al chef asturiano José Andrés , uno de los primeros en organizar ayudas para los afectados de Dorian. Y en Harbour, que pertenece al mismo archipiélago, tiene una de sus casas el billonario Bill Gates , quien abandona de cuando en cuando las calles de San Francisco para disfrutar de su villa durante los meses de verano, al igual que la diseñadora Diane von Furstenberg , la supermodelo Elle Macpherson y los aristócratas Bill e India Hicks .
La isla de Harbour
Uno de los hoteles devastados esta semana ha sido La Palmeraie, en la misma isla de Harbour: un magnifico resort de color rosa donde disfrutar de una de las mejores playas del planeta. Estrellas como Mick Jagger (que posee una mansión en Mustique) o Robert de Niro son huéspedes regulares de este lujoso establecimiento. Tristemente, las casas históricas del siglo XVIII que quedaban frente al océano han sido arrasadas, entre ellas las del presidente de Revlon, Ron Perelman ; el empresario Robert Miller o el CEO de J. Crew , Mickey Drexler .
La televisiva Sofía Vergara se encontraba en Bahamas de vacaciones días antes de la llegada de la tormenta, por lo que decidió escapar en un avión privado con destino a Los Ángeles. «Bye, bye Dorian», escribió Vergara en sus redes sociales, por lo que ha recibido un torrente de críticas al mostrar su «insensibilidad» ante quienes no tuvieron la posibilidad de huir.
El primer ministro, Hubert Minnis , ha reconocido que «la devastación dejada es extensa y sin precedentes». Nadie, ni los ricos y millonarios han podido evitar la fuerza de Dorian, que se ha cebado con Bahamas.