La hija ilegítima de Alberto II exige el título de princesa de Bélgica

Fue a finales del pasado mes de enero cuando la justicia belga le entregó al rey emérito Alberto II los resultados del análisis de ADN que demostraban que era el padre biológico de Delphine Boël , de 52 años. «Su Majestad el Rey Alberto II ha tenido conocimiento de los resultados de la muestra de ADN a la que se había prestado a petición del Tribunal de Apelaciones de Bruselas. Las conclusiones científicas indican que él es el padre biológico de la señora Delphine Boël», anunciaron sus abogados a través de un comunicado de prensa.

Delphine nació en Bruselas en 1968. Es hija de la baronesa De Selys Longchamp que mantuvo un largo romance con el entonces Príncipe de Lieja. En ausencia de perspectivas de reinar, Alberto y su esposa, Paola de Lieja , vivieron en aquel tiempo vidas separadas con toda libertad, hasta que a finales de los años setenta volvieron a reconciliarse para rehacer una vida de pareja ejemplar que se mantiene hasta la actualidad. El esposo de la baronesa, Jacques Boël , asumió la paternidad de Delphine con generosidad hasta que esta lanzó la demanda contra Alberto II, cuyo primer paso fue precisamente demostrar que el marido de su madre no era su padre.

Todo apunta que el Tribunal de Apelación de Bruselas determinará que Böel es su hija legal, aunque ella no se conformará solo con cambiarse el apellido por el de «Saxe-Cobourg». Tal y como informaron ayer sus abogados, Delphine Böel ha solicitado «tener exactamente los mismos privilegios que sus dos hermanos y su hermana», es decir el título de princesa de Bélgica y el tratamiento de Alteza Real . «Ya no siente ninguna compasión. Ahora ha pedido todo lo que cree que merece tener», ha escrito el periódico belga «Het Nieuwsblad» en relación a la actitud Delphine. Habrá que esperar al próximo 29 de octubre para conocer la sentencia y descubrir su Boël logra su objetivo.