Hervé Moreau: «Siento un enorme respeto por Manuel Mota»
El nuevo diseñador de Pronovias cuenta sus inicios en la firma de moda nupcial más exitosa del mundo. «Mi primera entrevista fue un desastre», confiesa
La historia del comienzo de Hervé Moreau en Pronovias es curiosa. Se le ocurrió mandar de modo espontáneo su curriculum vitae, pero, tras una primera entrevista infructuosa y un tiempo de espera sin recibir ninguna llamada de vuelta, decidió seguir las instrucciones que había recibido de su entrevistador, Alberto Palatchi , y le envió unos bocetos de vestidos. «Los hice un domingo, los envié al día siguiente y el martes me llamaron de Pronovias para que me citase con el señor Palatchi de nuevo antes del final de la semana, con tanta suerte que él ni siquiera se acordaba de nuestra desastrosa primera entrevista ».
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Moreau es un hombre sencillo y correcto, con un carácter menos «ruidoso» que la mayoría de los encantadores habitantes del sur de Francia. Nació en Niza y sus primeros recuerdos de la moda son las revistas que su madre recibía regularmente en casa. Él soñaba con fabulosos vestidos principescos y se pasaba el día dibujando vestidos de novia. « Llegué a la alta costura por los vestidos de novia, que tanto me hacían soñar ». Tras formarse como costurero y estilista en Cannes, la fortuna se le apareció al llegar a París. Allí comenzó haciendo unas prácticas en Scherrer, donde acabó quedándose durante 16 años, hasta el cierre de la maison francesa.
Cosiendo botones
¿Qué fue lo primero que le encargaron hacer en Scherrer? « Empecé cosiendo botones . Pero pronto pasé a hacer cosas interesantes, realizando las toiles de los vestidos y los patrones . El taller de Scherrer tenía una jerarquía rígida, pero pronto fui ascendido a asistente de diseñador. Aprendí a trabajar sobre maniquí, a tratar con distintos tipos de tejidos, y me pasaba el día creando: felicidad total para un chico de 24 años que conseguía hacer exactamente lo que más le gustaba». Allí trabajó con el ahora de sobra conocido Stéphane Rolland . Acabó estando a cargo de las colecciones que se producían en licencia para Japón, inmiscuyéndose en todas las líneas, desde los vestidos a los zapatos , la lencería y otros accesorios.
«Conocí Pronovias al ver los vestidos en la prensa española que recibíamos en el taller en 1994». Nadie hubiera pensado entonces que acabaría llevando las riendas del estilismo de la casa barcelonesa , para la que diseña Atelier Pronovias -la colección que más adaptaciones permite-, Pronovias y la colección de vestidos de fiesta, que se compone de modelos y accesorios de cóctel y gala , para invitadas, madrinas, damas de honor y grandes eventos.
La nueva tienda faro de Madrid, en el número 29 de la calle Velázquez, consta de dos plantas y un total de 800 metros de superficie de venta , realizados en colaboración con el magnífico decorador Lázaro Rosa Violán . Todo está pensado para ayudar a la novia a decidir su vestido más importante, acompañada de sus hermanas o amigas. En la planta de entrada se encuentran la línea Atelier, muchos de los accesorios y bisutería , así como varios salones de reunión y probadores. En la planta de abajo están el bar de champanes, más salones para cada novia y su entourage de acompañantes. « Se trata de que las novias se encuentren con una asistencia de 360 grados en un entorno romántico y femenino ».
Pronovias ya no realiza ni vende las colecciones de insignes diseñadores extranjeros en licencia. Este grupo, que comenzó en la mercería El Suizo en 1922 y presentó sus primeros trajes de novia en 1964, desea ahora concentrarse en sus propias marcas .
Como sucesor del brillante Manuel Mota, ¿en qué modo desea seguir su estela? «Siento un enorme respeto por Manuel Mota, porque si yo estoy aquí, ahora, es porque Manuel estuvo antes y consiguió llevar esta marca a lo más alto. Manuel está en el ADN de Pronovias. Mi objetivo es respetar su legado en Pronovias, pero mejorar y cambiar cosas a mi estilo». Hervé Moreau desea impregnar de frescura las colecciones, dándoles su toque propio: «He aportado un estilo más joven y sexy, para una novia menos clásica. Trabajo rodeado de chicas jóvenes y escucho lo que quieren». «Entre mis favoritos están los vestidos lápiz hechos en crêpe, porque tienen un toque elegante y sexy a la vez. Los velos me gustan, aunque prefiero los que tienen mucha caída, que son menos rígidos . En zapatos, los que más me atraen son los que llevan alguna joya bordada».
Expansión global
Pronovias, líder mundial en el sector, celebró el año pasado su 50 aniversario y está presente en más de cien países a través de 155 tiendas y 40.000 puntos de venta . Las tiendas faro se sitúan en las principales ciudades del mundo y se están renovando para ofrecer una experiencia más confortable y especial a las novias. Se presta atención, más que nunca, al detalle, comprendiendo que una buena experiencia en la web debe continuar con un abanico de agradables sutilezas en la tienda.
«Nuestras prendas están perfectamente acabadas, por fuera y por dentro. Para comprender la riqueza y sutileza de los vestidos, hay que tocarlos. Así pues, deben venir a verlos». Con esta invitación, nos despedimos de Hervé , un creador entusiasmado con el proyecto que lidera, sin temor a la sombra del éxito del genial Manuel Mota.