Per Gessle, de Roxette: «Cuando Marie murió todo me parecía irreal»
El grupo sueco publica la caja de inéditos «Bag of Trix», un año después del fallecimiento de la cantante Marie Fredriksson
Un año después de la muerte de la súper carismática Marie Fredriksson, su compañero Per Gessle sigue sintiendo cómo se le eriza el vello al recordar sus últimos días. «Es que por mucho que creas que estás preparado, nunca lo estás. Al haber convivido tanto tiempo con la enfermedad sabía que llegaría el momento. Pero cuando llegó, mi cabeza colapsó. habíamos formado una sociedad artística tan maravillosa, que me resultaba imposible aceptar que iba a marcharse. Cuando finalmente sucedió, todo me parecía irreal».
Cuando superó el duelo y pudo volver a escucharse a sí mismo cantando junto a su compañera, se topó con un montón de grabaciones que nunca habían sido publicadas, y de las que apenas se acordaba. Una vez revisadas y ordenadas cronológicamente, entendió que eran un tesoro que merecía ser compartido con los fans, y así es como este viernes ha visto la luz «Bag of Trix - Music From The Roxette Vaults», una espléndida colección de medio centenar de grabaciones entre demos, mezclas alternativas, bonus tracks y otras curiosidades, incluyendo sorprendentes versiones en español, «A Marie se le daba extraordinariamente bien cantar en otros idiomas. No entendía ni una palabra de lo que decía, pero según me han dicho, el español lo pronunciaba casi perfecto», dice Gessle entre risas. De ahí que incluso acabaran publicando un álbum íntegramente en castellano, «Baladas en español», en 1996. «Tuvo un éxito enorme y totalmente inesperado por nuestra parte», recuerda Gessle. «Como casi todo lo que ocurrió con nuestro grupo».
Roxette se formó en 1986, pero la primera vez que Marie y Per se vieron fue mucho antes, en 1978. «Yo tenía un grupo que se llamaba Gyllene Tider, ella otro que se llamaba Strul, y dio la casualidad de que practicábamos en el mismos local de ensayo. Nosotros tocábamos de doce a seis, y ellos de seis a doce. Un día nos conocimos, y me quedé un rato a ver cómo tocaban, y ahí estaba Marie, con el pelo negro y largo hasta la cintura, tocando un teclado Fender Rhodes como una salvaje y pegando gritos. Recuerdo que fue como “guau, esta tipa llegará lejos”. Me impresionó mucho. Poco después mi grupo empezó a tener mucho éxito, y bueno, a ella le costó un par de años más hacerse famosa”. Unos pocos años después, el destino los unió en el nuevo proyecto de Gessle, llamado Roxette en honor a una canción de Dr. Feelgood.
El éxito les llegó de forma inmediata. Su primer single, «Neverending Love», vendió 50.000 copias y se coló en el Top10 de Suecia, y su primer disco, “Pearls of Passion”, también fue extraordinariamente bien recibido por el público escandinavo. Pero con su segundo álbum, «Look sharp», estalló la roxettemania internacional. «Me sigue impresionando recordar el enorme impacto que tuvimos nosotros, un pequeño grupo sueco, a finales de los ochenta. Los conciertos multitudinarios que dimos, la gente tan increíble que conocimos, y el apoyo incondicional de tantos fans, muchos de ellos de España», confiesa Pessle. «Ahora las cosas han cambiado mucho», dice cuando se le pregunta por la escena musical actual. «Me temo que el pop de guitarras ya no volverá nunca al nivel de influencia y popularidad que tuvo. La música popular siempre refleja la era en la que es creada, y así es actualmente. Pero también me temo que ya no tiene la influencia que tenía antes en los jóvenes. En los sesenta y setenta, la música lo era casi todo para un adolescente. Ahora hay otras opciones: las redes sociales, los videojuegos, la televisión en streaming… Pero yo les diría lo siguiente: chicos, no tenéis ni idea de lo increíble que es crear música con tres o cuatro amigos. Meterse en un local y sentir cómo tus amigos tocan la guitarra, el bajo, y la batería, y todo se fusiona, es lo más excitante del mundo. Nada que ver con sacar ritmos y melodías de un ordenador».