El galán de telenovelas que ha terminado siendo un sintecho
Carlos Peniche llegó a convertirse en uno de los rostros más conocidos de los culebrones por su papel en «Lo que callamos las mujeres»
Se convirtió en uno de los actores más aclamados de telenovelas en México gracias al culebrón «Lo que callamos las mujeres» -que mostró durante 17 años los problemas a los que se enfrentan las mujeres en su vida cotidiana-, y en un ídolo nacional. Pero la fortuna no le sonrió siempre.
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El actor Carlos Peniche , sobrino del conocido Arturo Peniche (protagonista de «La Usurpadora»), cayó en desgracia después de convertirse en el galán de los culebrones. Una complicada situación familiar ha obligado al intérprete a vivir en la indigencia. Ha instalado su cama (o lo que queda de ella) en una acera, a las afueras del Distrito Federal, según ha mostrado el programa Ventaneando.
La ex novia de #CarlosPeniche clama ayuda para sacarlo de la decadencia en la que vive . Tenemos la información a las 4:00pm pic.twitter.com/PLSxGW9hmJ
— Ventaneando Oficial (@Ventaneando13) 7 de diciembre de 2017
Al quedarse sin trabajo tras terminar la serie y no encontrar nada, Peniche decidió proponerle a su expareja, la cantante Paula Esmeralda Elizondo , participar en un gira con sus amigos. Fue en ese momento cuando empezaron sus problemas. «Ella confabuló con todos para dejarme fuera de la gira. Yo no puedo entrar a mi casa . Me puso una orden de restricción. Se quedó con todo. Pero yo por ingenuo, porque puse los bienes a su nombre. Lo único que hizo fue quedarse con el músico, quitarme todo el dinero en efectivo, quitarme la casa, quitarme mi ropa, quitarme todo», contó. Tiempo después de estas polémicas declaraciones, el actor reculó y aseguró que no había sido ella la que le robó, sino otra expareja.
Pese a la acusación y la lluvia de críticas que recibió por parte de los seguidores de Peniche, Paula Esmeralda aseguró que quiere ayudarle y que es el « amor de su vida ». Lo de su familia es otro cantar. Nadie de sus allegados le ha prestado auxilio por el momento, aunque lo cierto es que no pierde la esperanza: «Todos se encuentran fuera del país».
