Las fotografías que confirman el romance de Manuel Valls y la ex de Palatchi
El ex primer ministro de Francia y la destacada empresaria se han convertido en la pareja del verano
Las primeras fotos íntimas, en bañador, de Manuel Valls y Susana Gallardo , en un hotel de Marbella, confirman definitivamente una relación muy íntima que consolida la imagen de « latin lover » del ex primer ministro francés con aspiraciones a la alcaldía de Barcelona, su cuidad natal.
La portada de la última edición de «Paris Match» es muy elocuente: «Manuel Valls. Susana su nuevo amor…». El semanario parisino presenta la historia retomando el titular de la historia publicada mucho antes por ABC: «La pareja del verano».
Pareja a caballo entre la política y el amor. Susana Gallardo y sus amigos, políticos y empresarios, pudieran aportar a Manuel Valls de seis a diez millones de euros, para lanzar la campaña de las elecciones municipales de Barcelona. Las fotos de la pareja no dejan dudas sobre una intimidad carnal que salta a la vista.
«Paris Match» utiliza un lenguaje entre lírico y épico para presentar la historia de unos amoríos aparentemente sólidos e indisociables de una imprevisible aventura política: «Conquista de Barcelona», «reconquista española»… terminología que suena un poquito arcaica, en francés.
Las fotos de Susana Gallardo y Valls, en Menorca, solo sugerían una intimidad que iba más allá del «combate» político, por venir. Las fotos de la pareja, en Marbella, en la playa privada de un hotel de lujo, son mucho menos políticas , mucho más íntimas, y confirman un nuevo rumbo en la vida política y personal de Valls, que parece dejar atrás la vida política francesa para adentrarse, quizá, en la oscura selva de la vida política catalana.
Susana Gallardo puede ser la financiera en jefe de esa eventual carrera política , por venir. Y es ya la cuarta mujer en la vida sentimental de Valls, que tiene cuatro hijos de su primera esposa, abandonada, en su día, por una antigua compañera de juventud con la que formó pareja durante varios años, antes de conocer a su penúltima «novia», que no veía con ningún entusiasmo los proyectos políticos de Valls, en Barcelona.
Sin futuro político en Francia, con un futuro político catalán todavía incierto, Manuel Valls confirma, por el contrario, su excelente imagen de «latin lover», con evidente éxito entre las mujeres de «cierta edad».
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