‘EL ABOGADO DE LOS HIJOS ILEGÍTIMOS’

Fernando Osuna: «La mayor parte de casos de filiación extramatrimonial buscan conseguir una herencia»

Hace años, tener un hijo fuera del matrimonio y con más intensidad si se sospechaba que había sido fruto de las relaciones con un hombre casado, provocaba que se tuviera que enfrentar a un terrible rechazo social

Fernando Osuna ABC

María Luisa García-Moro

«¿ Mamá dónde está papá ?». La primera Comunión, un cumpleaños, la firma de las notas o una simple autorización escolar para ir de excursión pueden motivar que, un niño nacido de una relación fuera del matrimonio y no reconocido por su padre biológico, pueda sentirse desigual frente a sus amigos. Hace años, tener un hijo fuera del matrimonio y con más intensidad si se sospechaba que había sido fruto de las relaciones con un hombre casado, provocaba que se tuviera que enfrentar a un terrible rechazo social. En ocasiones esa mujer embarazada era una empleada de hogar de alguna familia pudiente y era despedida en cuanto se sospechaba la relación extramatrimonial con algún varón de la familia. De este modo, cada uno con su propia historia, surgen entre la década de los años 30 y los 60 la mayor parte de los casos que intenta se hagan justicia el abogado sevillano Fernando Osuna .

Con 35 años de experiencia se le podría llamar ‘el abogado de los hijos ilegítimos’ por la cantidad de casos que defiende en los Tribunales de personas que han crecido sin el reconocimiento de su padre biológico. Sus defensas más mediáticas han enfrentado a este abogado sevillano con conocidos financieros, políticos, deportistas, empresarios, ganaderos o toreros. La familia March, los hijos de Leoncio Martínez de Gregorio marido de la Duquesa de Medina Sidonia con quien todavía mantiene abierto un proceso o Manuel Benítez ‘El Cordobés’ son algunos de los personajes famosos que se han visto las caras en el juzgado con este letrado.

Durante las últimas décadas se está produciendo un incremento de las demandas de filiación extramatrimonial. Esta tendencia se debe en gran parte « a que el ADN es una prueba muy exacta y no admite oposición , ya que cuando el resultado es positivo el porcentaje de fiabilidad es de un 99,9%. Ante eso pocas pruebas o testigos se pueden presentar para negar la condición de hijo» explica Fernando Osuna. «También es cierto que la situación económica tan endeble que ha atravesado la sociedad recientemente hace que la persona que tiene menos medios económicos piense más en cómo lograr un desahogo económico. Quizás surja más la idea de iniciar este tipo de casos que en una época de bonanza económica».

El proceso de filiación extramatrimonial es emocionalmente duro y económicamente costoso. Los honorarios que marca como orientativos el Colegio de Abogados suponen un mínimo de 3.000€ o 4.500€ . A ello habría que sumar los gastos de Procurador, y si además hay que practicar pruebas de ADN desembolsar unos 900€ más. En caso de tener que exhumar un cadáver de forma privada se incrementa notablemente el coste del procedimiento. «Además por la justicia gratuita obtener cierto tipo de pruebas es imposible, y en muchos casos contratar un detective privado es absolutamente necesario para poder iniciar el procedimiento. Por eso los demandantes suelen reclamar la paternidad de personas adineradas, y así tener acceso a la herencia. A lo largo de mi carrera me he encontrado casos de hijos que solamente querían hacer justicia y poner orden en sus vidas, o por respeto a su madre y a defender su honra; pero la mayor parte si reclaman es para conseguir una herencia» afirma rotundamente Osuna.

La herencia más elevada que ha conseguido Fernando Osuna como letrado en un caso de filiación extramatrimonial, fueron la nada desdeñable cifra de 13 millones de Euros. Concretamente para el nieto del empresario vasco José Arana. Pero lejos de cifras y apellidos ilustres ‘ el abogado de los hijos ilegítimos ’ reconoce que lo más satisfactorio de su trabajo es conseguir que una persona que lleva 30 ó 40 años luchando para ser reconocido por su padre, al menos lo consiga por parte de la justicia y de la sociedad. Y recuerda un caso de los más duros que ha llevado por la tensión y la beligerancia entre su cliente y su supuesta familia biológica, pero que terminó con un final feliz para ambas partes. Tras la sentencia, la parte contraria que era la pudiente económicamente, recapacitó y se reconciliaron con aquel que había nacido extramatrimonialmente y con el que actualmente mantienen una relación familiar.

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