Familia y fichaje estelar, el dorado confinamiento de Carlos Sainz

El piloto ha celebrado en la casa de sus padres, en Madrid, su firma con Ferrari para 2021

Ana Mellado

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En el hogar madrileño de los Sainz Vázquez solo hay motivos para la sonrisa . Durante los dos últimos meses, la familia ha recuperado lo que escaseaba en sus vidas desde hace años: el tiempo. Tiempo sin despertadores ni demasiadas obligaciones para dedicarse a sí mismos y sobre todo a ese hijo y ese hermano que voló del nido para acumular kilómetros en los circuitos. El 15 de marzo, tras cancelarse el arranque del Mundial de Fórmula 1 en Melbourne, Carlos Sainz lo vio claro . En lugar de regresar a su apartamento de Londres voló a España para pasar el confinamiento en casa junto a sus padres, Carlos Sainz y Reyes Vázquez, y sus hermanas Ana y Blanca. Se autoaisló durante catorce días para no poner en riesgo a los suyos, invirtiendo sus horas en la videoconsola y alguna campaña solidaria. Superada la cuarentena, se entregó a tareas impensables en la férrea rutina de entrenamientos que ha mantenido los últimos años: ha cocinado con su madre, ha jugado a las cartas con sus hermanas y ha estrechado su relación con las dos perritas que tienen en casa. También ha encontrado tiempo para la lectura -en estos momentos le ocupa «Terra Alta» de Javier Cercas- y series como «Drive to Survive» de Netflix. El gimnasio y el jardín que tienen en su domicilio le han permitido mantener la forma física y realizar ejercicios hablando con su preparador, Rupert Manwuaring.

Días de calma en familia que solo se han visto interrumpidos para celebrar juntos uno de los mayores logros de su carrera: su fichaje a los 25 años por Ferrari , convirtiéndose en el tercer español en enfundarse el mono rojo tras el Marqués de Portago y Fernando Alonso. Sainz ingresará en Ferrari el próximo invierno (hasta entonces es piloto de McLaren) como teórico número dos del equipo.

Una conquista que refuerza la trayectoria y la valía de quien quizá ha tenido que luchar más que el resto para demostrar que lo suyo trasciende un apellido y una etiqueta ya vieja de «hijo de». Hijo de un dos veces campeón del mundo de rallys y tres del Dakar.

Parece que Carlos nació con un coche bajo el brazo aunque siempre le amenazaron con retirarle de las carreras si suspendía en la escuela. Hace quince años su sueño comenzó a tomar forma tras conocer a Fernando Alonso en Montmeló. «Cuando empecé a correr en karts, no sabía muy bien quién era mi padre . Estaba poco en casa. Yo me hice piloto por seguir a Alonso», confesó en una entrevista con ABC. En 2015 debutó con Toro Rosso, el filial de Red Bull, y pacientemente comenzó a abrirse hueco hasta lograr el volante rojo tras cinco temporadas de experiencia a sus espaldas.

En su fichaje ha pesado no solo su talento y juventud, sino también su condición de persona tranquila, serena, que huye de las polémicas y rencillas entre lo compañeros. También su dominio del italiano, además del inglés.

Isabel Hernáez, en el aeropuerto de Mardrid GTRES

El tiempo libre es un bien escaso en la vida de Carlos Sainz. El poco que tiene lo invierte en amigos y en su novia Isabel Hernáez , una joven periodista con la que sale desde 2017. Ambos se han esforzado en llevar su relación de forma discreta y cuesta encontrar fotos de ellos juntos. Ni rastro de ella en sus redes y, de momento, ha logrado que su vida amorosa no ocupe apenas espacio en los medios de comunicación. Solo quiere ver su nombre asociado al éxito sobre el asfalto de los circuitos.

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