Las exparejas de Paulina Rubio la llevan a los tribunales por la custodia de sus hijos
Colate quiere que su hijo viva con él por un tiempo, Gerardo Bazúa reclama una tutela compartida
Este jueves la cantante Paulina Rubio y Nicolás Vallejo Nágera se volvieron a enfrentar en los tribunales de Miami en una audiencia de emergencia que, debido al Covid-19, tuvo que realizarse de forma virtual. Colate , como es popularmente conocido, es quien solicitó hace semanas esta moción de emergencia para que el juez le entregase al menos de forma temporal, hasta que Paulina pueda restablecerse, la custodia del hijo de ambos, de 10 años. El empresario español, que se presentó sin abogado, alegó abuso verbal y físico hacia el niño no solo por parte de la madre, sino también de la abuela materna Susana Dosamantes y de Enrique Rubio , hermano mayor de Paulina. En la audiencia explicó que cuando el pequeño regresa de casa de la madre demuestra tener ataques de ansiedad, náuseas, está nervioso y según él su propio hijo le ha dicho que no quiere estar con ella. Aparte del abuso también quiso alegar que Paulina sufre desequilibrios mentales.
El juez solicitó ver el vídeo de Instagram que ha dado la vuelta al mundo, en el que la cantante parecía estar ebria o bajo los efectos de alguna sustancia tóxica . El juez quiso hacer hincapié en que Paulina en el vídeo evidentemente no estaba normal, aunque su defensa presentó otro vídeo que mostraba otro ángulo diferente al de la polémica transmisión, demostrando que no estaba consumiendo estupefacientes como muchos han querido dar a entender.
«Desafortunadamente, aunque entró en la audiencia con el corazón en la mano implorando a la Corte que le ayudasen por el bien de su hijo, fue una misión suicida. No trajo testigos, no adjuntó evidencias, no supo presentar su caso, aunque el juez Spencer Multak , le prestó mucha ayuda indirectamente», explica Sandra Hoyos , una de las abogadas de familia más reputadas de Miami presente en la audiencia.
Un proceso como este implica un depósito mínimo de 15.000 euros; y la preparación de una audiencia como esta una minuta de 15 horas de trabajo, cuya tarifa es de 400 euros la hora. Colate no tiene los medios económicos para llevar el caso, aunque tras verle este jueves, según Hoyos, la suerte le ha podido cambiar: «Hay varios abogados que se han comunicado con él al terminar para ofrecerle sus servicios y renovar la moción presentándola de forma correcta. Tiene fijada una nueva audiencia para dentro de unos días. Como experta legal noté al juez preocupado por la situación, no es una derrota », opina Hoyos. De momento, la expareja tendrá que continuar con el régimen de visitas establecido hasta ahora.
Otro frente abierto
Pero este no es el único frente legal que tiene abierto Paulina. Su otra expareja, Gerardo Bazúa , también presentó el pasado 11 de marzo en la Corte de Miami una demanda de paternidad a la cantante, a la que todavía no se le ha podido notificar, a pesar de haberlo intentado hasta en 19 ocasiones y estar confinada desde hace semanas en casa. «En Estados Unidos tú puedes ser el padre biológico, pero no eres el padre legal. Por eso ha presentado esta demanda para que se le reconozca como tal y también solicitar la custodia compartida del niño con tiempo a partes iguales», explica la letrada de familia.
Al igual que Colate, Bazúa está preocupado por el niño y asegura en el escrito que hay algunas situaciones que quiere alegar, pero que no quiere reflejar en papel para mantener la privacidad de su hijo y la madre de este. Fue en 2012 cuando Paulina y Gerardo comenzaban su relación después de conocerse en las grabaciones del concurso «La Voz México», donde él era un participante más y ella, una de los coach. Un año después, se publicaban sus primeras juntos fotos en Grecia y el 5 de marzo del 2016, nacía Eros , el segundo hijo de Paulina. Como nunca llegaron a casarse, cuando llegó la separación, en septiembre de 2018, sólo tenían un régimen de visitas y custodia verbal, que al parecer el huracán mexicano no ha cumplido. De hecho, en 2019 Bazúa solamente disfrutó de dos visitas de 20 minutos con su hijo.
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