Los excéntricos calcetines del nuevo speaker del Parlamento
Sir Lindsay Hoyle sorprendió con la publicación de una hogareña imagen que suscitó infinidad de comentarios en las redes sociales
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El grito de «¡Orden! ¡Orden!» del ahora exspeaker del Parlamento británico, John Bercow , será casi tan inolvidable como sus corbatas, tan excéntricas y llamativas que incluso tienen su propio perfil en las redes sociales. Y es que el carismático orador llamaba la atención tanto por su forma de hablar como por los diseños que elegía en este accesorio que, sin embargo, no es de uso obligatorio para los diputados. Puede decirse que su oratoria y sus corbatas son igual de coloridas.
La personalidad de su sucesor, Sir Lindsay Hoyle y que ejerció como vicepresidente durante nueve años, es la antítesis de la suya . Es un hombre de consenso, de formas pausadas, que habla con voz calma y que se guarda para sí mismo las opiniones más polémicas, como por ejemplo la que tiene con respecto al Brexit y que no se conoce públicamente. Sin embargo, un detalle de una foto publicada por él en su cuenta de Twitter ha llamado la atención. En la imagen, Hoyle disfrutaba el pasado fin de semana de la final de la copa mundial de rugby, eso sí, con el rabillo del ojo, ya que el televisor está a su lado y no al frente. Este detalle, junto con los calcetines de rayas azules y rosas que lleva, hicieron las delicias de los usuarios de la red social , que hicieron muchas bromas al respecto. En todo caso, es bien sabido que en Reino Unido nadie lleva los zapatos puestos dentro de casa y que todas tienen moqueta, así que los calcetines son un indispensable del armario.
Come on England pic.twitter.com/27xqf2Nv1a
— Lindsay Hoyle (@LindsayHoyle_MP) November 2, 2019
Además, en los últimos años estos grandes olvidados de la moda han tomado protagonismo e incluso hay marcas, entre ellas británicas, que solo se dedican a vender esta prenda. ¿Y qué dicen los elegidos por Hoyle? Es posible vislumbrar que tras la fachada de hombre serio, también haya una personalidad más divertida y privada que con sus calcetines le hará la competencia a las corbatas de su precursor en el Parlamento.