¿Qué se esconde tras el rapado de Charlene de Mónaco?

¿Simple excentricidad, llamada de atención o altibajo emocional? El transgresor look que estrenó ayer Charlene de Mónaco (42 años) ha desatado un sinfín de teorías que tratan de dilucidar los motivos que le han llevado a raparse media cabeza . La imagen de la esposa de Alberto de Mónaco, tomada ayer en la tradicional ceremonia del árbol de Navidad y el mercadillo en el palacio monegasco, dio la vuelta al mundo. Y es que durante los últimos meses, las Grimaldi han copado más titulares por sus elecciones capilares que por sus actos. En noviembre era Carolina de Mónaco quien acaparaba el foco tras presentarse orgullosa con una melena salpicada de canas. Su imagen llamó la atención, pero con anterioridad otras royals había lucido tranquilamente su cabello encanecido; sin ir más lejos, la Reina Letizia. Pero lo que nunca habíamos visto es a un miembro de la realeza con un estilo punk –media cabeza rapada–, con el resto de la melena corta y con flequillo.

«No es un corte en tendencia, se llevó a principios de 2010 . De hecho, Pierre Casiraghi estuvo saliendo con una modelo, Alice Dellal, icónica por ese corte de pelo rapado y se puso de moda por ella. En el caso de Charlene, es un gesto provocador para que se hable de ella y ponerse en el ojo del huracán. No es un corte favorecedor. Siempre ha llevado el pelo corto, pero no un tan radical», declara a ABC Elías Pedrosa, de Oculto Hair Club.

El estilista Alberto Cerdán se inclina por la teoría de que el peinado representa un estado de ánimo. « Una depresión, un mal momento emocional, es lo que suelen esconder este tipo de cambios radicales en una persona que no tiene 20 años. No solo se ha hecho un rapado lateral, que ya es atrevido, sino que lo ha acompañado de un cambio de color igual de extremo. Y ella siempre ha tenido una imagen cuidada. Nunca la hemos visto, ni siquiera vistiendo, con looks tan agresivos, y eso hace sospechar un problema psicológico. No es una evolución normal».

Eva Villar se muestra sorprendida. «Me deja confundida por lo clásica que ha sido hasta ahora. Y porque es una figura pública, sometida a un protocolo de vida y agenda». Esta peluquera y maquilladora no entiende que su equipo de imagen, si lo tiene, haya permitido este cambio tan contundente: «A menos que esté sujeto a un tipo de estrategia, porque una transformación de este tipo solo se da cuando la persona está pasando un momento profundo de cambios , o en adolescentes y jovencitas, que no es el caso. Es una mujer famosa, con una familia, unos hijos (Jacques y Gabriella), y si el pelo habla de nosotros y habla por nosotros, en este caso lo que nos dice no es muy optimista». ¿El mantenimiento de ese look? «Laborioso. El rapado requiere repasos semanales y mantener las raíces a raya con esa tonalidad de tinte, un retoque mensual».

El estilista Eduardo Sánchez, sin embargo, la aplaude . «Afortunadamente no solo ha cambiado su cabeza, sino su estilo. Antes vestía como una abuela y ahora va como un rockera. Y metida como está en un mundo tan clásico como el suyo, romper de este modo dice mucho de ella. Yo incluso habría arriesgado más con el color, y habría acentuado el rubio». ¿Qué opinará el Principe Alberto?