La escandalosa vida de Scotty Bowers, el proxeneta del Hollywood dorado
Un documental vuelve a poner de actualidad el azaroso pasado del exmarine, que trabajó para actores como Katherine Hepburn o Cary Grant, entre otros
«Me acosté con Bette Davis durante la II Guerra Mundial cuando ella estaba casada. Nos lo pasábamos genial, nos encantaban los tríos. También compartí cama con J. Edgar Hoover , era 'drag'. Como mujer tampoco es que fuera muy guapo, pero yo le trataba como a toda una dama». Scotty Bowers tiene 95 años y han pasado más de 60 desde que era «el chulo de las estrellas» , además de prostituirse de forma ocasional. Pero su memoria sigue tan fresca como en su juventud, a tenor de las revelaciones que ha hecho en el documental « Scotty and the Secret History of Hollywood », una cinta de 45 minutos en la que desvela las intimidades con las estrellas de cine.
«Un día, Cary Grant se encontró con Rock Hudson en la gasolinera que yo utilizaba como base. Le cobré 20 dólares por liarle con Rock, y se vieron varias veces. Entonces, Rock todavía no había salido en ninguna película», rememora, «a Vivien Leigh jamás le cobré, era demasiado bonita. Nos veíamos en casa de Gary Cooper , siempre se colaba en mi cuarto sin hacer ruido. Diez minutos más tarde, toda la casa estaba escuchando sus gritos».
Así era la vida de Bowers: cobraba a las estrellas más famosas del celuloide para presentarlas entre sí y que mantuvieran relaciones, a veces cobraba por acostarse él mismo con los actores y actrices del momento. Cuando alguien le gustaba de verdad, no hacía falta sacar la cartera. Durante dos años, Bowers ha estado recordando para el director Matt Tyrnauer sus años más salvajes en Hollywood, y el director de la cinta se quedó impresionado con su protagonista. «Es un ejemplo de vida, en el sentido de que es totalmente libre y no siente ni remordimientos ni culpa por nada . Es una valiosa lección para todos nosotros», explica en una entrevista a «Daily Beast».
Esta no es la primera vez que Bowers se adentra en sus viviencias para hacer públicos los capítulos más escabrosos. En 2016, el anciano publicaba « Full Service: My Adventures in Hollywood and the Secret Sex Lives of the Stars » («Servicio completo: mi aventura en Hollywood y la vida sexual secreta de las estrellas»), donde recogía diferentes anécdotas no solo de los intérpretes ya mencionados, a los que se suman otros como Katharien Hepburn o Tennessee Williams , sino que los rostros conocidos que pasaron por su burdel llegaron a todas las esferas de la sociedad, incluida la realeza: el Rey Eduardo VIII también requirió de sus servicios como proxeneta en algunas de sus fiestas, así como Wallis Simpson.
Encuentros por 20 dólares
Scotty Bowers llegó a Hollywood tras dejar el cuerpo de los Marines. Encontró trabajo en la gasolinera Richfield en el 5777 de Hollywood Boulevard y, una tarde de verano, el actor Walter Pidgeon le invitó a su casa para disfrutar de su piscina con la frase más manida de la historia: «¿Qué hace un chico como tú en un sitio como este?». Bowers vio su oportunidad. Tras salir aquella noche de casa del intérprete, comenzó a contratar a antiguos Marines para que ejercieran la prostitución.
«Todo lo cobrábamos a 20 dólares. Convencí a varios de mis amigos para que probaran, explicándoles lo que los chicos podían hacer y que ellos podían cerrar los ojos e imaginar que estaban con una mujer. Funcionó una vez, dos, tres... Hasta que se convirtió en la oferta habitual», comenta Bowers.
Además de ejercer de «chulo», el ex marine participó en varias ocasiones en estos encuentros sexuales. Tríos con Cary Grant y Randolph Scott, con Frank Sinatra , Ava Gardner y Lana Turner ... Entre sus cálculos está haber buscado hasta 150 mujeres que quisieran acostarse con Katherine Hepburn en los 39 años que duró su amistad.
Defensa ante las críticas
Cuando Bowers publicó sus memorias, las críticas no tardaron en llegar. Muchos le acusaron de oportunismo por sacar del armario a figuras como Grant, Tracy o Hepburm, asegurando que solo lanzaba rumores sensacionalistas para vender más ejemplares. Unos rumores que además eran sobre personas fallecidas que no podían dar su versión al respecto.
Una discusión que el documental de Tyrnauer ha vuelto a poner de actualidad. Sean medios más veteranos como «New York Times» o más recientes como «Buzzfeed», muchos son los que piensan que la vida privada de los actores no debería ser noticia , sino su desempeño frente a las cámaras.
Frente a estas críticas, tanto el director como Bowers aseguran que el documental sirve para poner el punto sobre el «sistema de esclavización moral de Hollywood» , que obligaba a muchos intérpretes a firmar contratos que llegaban a controlar cómo vivían su esfera privada. «Sufrían una persecución, acudían a Scotty porque pagar a prostitutos era su única opción para ser libres. Todavía más duro era para personas como Cary Grant o Katherine Hepburn, empaquetados por los estudios para dar la imagen más heterosexual posible», puntualiza Tyrnauer.
Noticias relacionadas