El emotivo mensaje de Clara Lago a Dani Rovira tras anunciar el fin de su batalla contra el cáncer

«Hoy es el primer día del resto de mi vida. ¡ Estoy curado ! Todo acaba y todo empieza hoy. Seis meses de subida a una de las montañas más duras a las que me he enfrentado , pero al fin llegué a la cima y, creedme, las vistas desde aquí son preciosas y reveladoras», escribió Dani Rovira el pasado fin de semana en su cuenta de Instagram, anunciando a sus seguidores la mejor de las noticias: el fin de su lucha contra el cáncer.

El actor había comunicado hace tan solo unos meses, en pleno confinamiento por el coronavirus, que los médicos le habían diagnosticado un Linfoma de Hodgkin . No fue fácil para él, pero por fin lo ha conseguido. El actor malagueño acaba de anunciar con gran alegría que está curado.

En su mensaje, por supuesto, hizo también especial mención a su pareja y «compañera de vida» , la también actriz Clara Lago , a quien conoció en la película «Ocho apellidos vascos» y con quien recientemente decidía darse una nueva oportunidad tras un parón en su relación: «Gracias, compañera, por compartir el peso de la mochila , los avituallamientos y por estas irrepetibles vistas. Gracias por la luz en la noche y la silla en el camino. Y por no soltarme...».

Ahora, al igual que hizo cuando el intérprete anunció su enfermedad , Lago también le ha dedicado a él unas emocionantes palabras con las que celebra las buenas noticias después de estos duros meses de lucha. «Compañero, no me cabe en el pecho la felicidad de verte llegar a esta línea de meta. Siempre te gustaron los retos (yo te he visto superar muchos de ellos), pero éste, sin duda, era de los más difíciles. Nunca dudé de que lo conseguirías , y de que, además, sabrías ver un buen aprendizaje por el camino», escribe.

La actriz, además, agradece a su «compañero» este camino que han recorrido juntos y del que tanto han aprendido: «Gracias por dejarme acompañarte, desde la cercanía y la distancia. Ha sido un regalo y un gran aprendizaje para mí también. La incondicionalidad tiene forma de ocho tumbao».