Dolores Paillot, directora «¡Hola!» Argentina: «No se pagó ni un céntimo por las fotos del tango de Preysler y Vargas Llosa»
La edición latina de la biblia del corazón ha publicado esta semana la portada más comentada de la pareja. Está dando la vuelta al mundo
Sin un ápice de photoshop, sin fotógrafos de cabecera, sin corte de estilistas y sin poses estudiadas. Así ha sido el posado más comentado de la pareja del momento , la de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa . La edición argentina de la revista «¡Hola!» se llevó el gato al agua publicando esta semana en portada las fotografías de la socialite y el escritor bailando un tango a media luz en el bohemio barrio de San Telmo , en Buenos Aires. Y lo consiguió sin previo pago de una exclusiva que está dando la vuelta al mundo .
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Aunque el «¡Hola!» español nada tuvo que ver con la publicación de las imágenes de la «reina de corazones» y el Nobel al ritmo del 2x4, el bombazo informativo habría sentado bien en la casa matriz de la revista. « En Madrid están contentos con la portada. Nos han dicho que les ha gustado », revela Dolores Paillot, directora de «¡Hola!» en Argentina, una franquicia editada por el Grupo La Nación, uno de los mayores conglomerados de medios de ese país . «Quien no estaría tan contento es Vargas Llosa. Nos han dicho que él está un poco enfadado porque no está acostumbrado a que su vida íntima trascienda a los medios . Solo queríamos hacer algo bonito, nunca quisimos incomodar a nadie», añade Paillot.
«A Isabel le ha divertido»
Y, ¿qué opina Preysler? «Nos han dicho que a Isabel le ha divertido», responde la directora, quitando hierro a los rumores que apuntaban a que la «reina de corazones» estaría molesta porque se filtraran las fotos de su noche de tango en la capital argentina. Para nada esperaba que esas fotografías se publicaran, ya que no era un posado consentido , pero tampoco estaría tan enojada como dicen. «Queríamos una portada que resumiera su paso por nuestro país y que reflejara que su romance también tiene cierto sabor porteño . Y, ¿qué mejor que bailando un tango?», explica la directora de la publicación.
Paillot no está dispuesta a revelar la identidad de quien le facilitó las imágenes. «Sólo puedo decir que era una persona que estaba allí esa noche con ellos. Pero no fue nadie de su círculo íntimo . Algunos también hablan de una exclusiva millonaria, aunque no es así . No se pagó ni un céntimo por las fotos . Y, obviamente, ni Vargas Llosa ni Preysler han cobrado por salir», aclara la periodista, que no deja de recibir llamadas por la repercusión internacional de la noticia.
No están a la venta
«Nos están llamando y escribiendo de todas partes del mundo. Todos quieren las fotos, pero no están a la venta . Su autor las cedió a ‘‘¡Hola!’’ y no saldrán de aquí », dice. Los responsables de Gala Tango , la sala donde Vargas Llosa y Preysler protagonizaron el tan comentado baile, tampoco dan crédito al alcance de la exclusiva que se gestó en su local. Sin embargo, esta no es la primera vez que son testigos de un acalorado 2x4 entre famosos de proyección mundial .
Lista de famosos
La sala Gala Tango, en el barrio de San Telmo, es el sitio al que acuden todas las estrellas internacionales cuando recalan en Buenos Aires. Madonna , Sting, Joaquín Sabina, Andrea Bocelli y Ed Sheeran son algunas de las grandes personalidades que han disfrutado del show de tango y del repertorio autóctono interpretado por una orquesta de piano, bandoneón, dos violines, un contrabajo y dos cantantes. Todos ellos también tomaron algunas clases con los expertos bailarines del staff .
Vargas Llosa y Preysler, como otros muchos visitantes, degustaron el menú habitual que ofrece la sala. Probaron una comida típica argentina: el escritor pidió unas empanadas de carne que completó con un filete de chorizo y un flan ; la socialite prefirió platos más ligeros, como el carpaccio de salmón , el lomo a las brasas y de postre, peras al Malbec .
El precio por tan animada velada es de 240 dólares (210 euros) . La tarifa incluye la mencionada cena, un espectáculo de tango y unas clases. Suficientes para dar unos espontáneos pasos de baile y, como les ha sucedido a Isabel y Mario, ser inmortalizados en unas imágenes que han dado la vuelta al mundo.
