Desde Alba Carrillo a Ainhoa Arteta: Tres maneras de romper una relación

Los amores de verano casi siempre son menos interesantes que las separaciones en los meses en los que la canícula atiza fuerte. Este año, salvo la pasión entre Leo DiCaprio y la modelo danesa Nina Agdal , escenificada en yates, playas y discotecas, pocos nuevos romances están resultando más sugestivos que las rupturas. Ante una buena tragedia, no hay arrumaco que valga; y si es tan mediática como la que abrió los meses de estío, la de Feliciano López y Alba Carrillo , que se quiten Leo y sus revolcones a la orilla del mar.

En rigor, Alba anunció a bombo y platillo que Feli le había pedido el divorcio «de una manera fría y distante» a finales de primavera, pero lo que vino después fue un festín de lágrimas, reproches, acusaciones y versiones cruzadas que sólo se han serenado en cuanto los Juegos de Río comenzaron a ser más alimenticios que los pucheros de la modelo. Ya se barruntaba en ciertos mentideros que el tenista estaba a punto de finiquitar su matrimonio antes de celebrar su primer aniversario de boda; aunque de haber sabido la que se le venía encima, quizás habría reconsiderado su decisión. En una entrevista exclusiva con ABC, Feliciano López puso los puntos sobre las íes: «Nunca hablaré mal de mi exmujer» , dijo, al tiempo que señalaba que «si se dicen falsedades, saldré a desmentirlas». A partir de ahí, esta tremenda tormenta sentimental ha ido amainando.

Nada que ver con el lacónico anuncio de divorcio entre Telma Ortiz, hermana de la Reina Doña Letizia , y Jaime del Burgo. « Telma y yo cesamos nuestra convivencia matrimonial y actualmente llevamos a cabo los trámites jurídicos para la disolución del matrimonio. La ruptura se produjo de mutuo acuerdo y mantenemos nuestra amistad», fue el comunicado del abogado a los medios. Punto. Atrás quedaron cuatro años de discreta vida en común.

Mucho más soprendente ha sido la separación de la soprano Ainhoa Arteta y el jinete Jesús Garmendia , que ABC adelantó en primicia. Tras once años de relación y un hijo en común, hace semanas que comenzaron los trámites de divorcio. Para Arteta éste es un doloroso episodio , después de la ruptura con el neoyorquino Dwayne Croft, en 2003. Aquello trastornó su carrera artística.