Cumbre «vip» en Sicilia: ecologistas muy contaminantes
Arrecian las críticas contra los adinerados participantes del último Google Camp
Una cosa es predicar y otra dar trigo. Este dicho del rico refranero español se le podía haber aplicado a los grandes personajes, muchos de ellos los más ricos del mundo, que se reunieron en Selinunte, en Sicilia, en una cumbre «verde» para hablar de la urgencia de combatir el cambio climático.
El caso del Príncipe Harry ,, muy polémico en Gran Bretaña, es uno de ellos, pues como los demás no hizo nada para proteger al ambiente, sino todo lo contrario: llegaron en grandes yates, aviones privados, helicópteros y limusinas que contaminaron el maravilloso panorama de la costa de Selinunte, la ciudad griega que hoy constituye el parque arqueológico mas grande de Europa.
No se han apagado los ecos de la hipocresía que se dio en la séptima reunión anual de Google Camp, la tradicional cumbre de Larry Page y Sergey Brin , fundadores del coloso tecnológico Google, con un costo de 18 millones de euros, que se celebró la semana pasada con la asistencia de ricos, famosos y expertos en tecnología, entretenimiento y política, entre ellos Barak Obama ; el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg ; Christine Lagarge , sucesora de Draghi en el BCE; el fundador de Amazon, Jeff Bezos ; los fundadores de Netflix; el celebre chef Massimo Botura ; la estilista Diane von Furstenberg con el marido Barry Diller , propietario de TripAdvisor y Expedia; John Elkann , presidente de Fiat y su hermano Lapo ; y actores como George Clooney , Leonardo Di Caprio , Bradley Cooper y Orlando Bloom , y la cantante española Rosalía que deleitó a los asistentes a la cumbre después de una cena.
La cumbre, con más de 200 invitados, se desarrolló en el exclusivo Verdura Resort, un refugio de lujo siciliano –los precios por una noche parten de 800 euros- , cerca del parque arqueológico de Selinunte, patrimonio mundial de la UNESCO.
El tema principal del encuentro era el clima y cómo luchar contra el calentamiento global. Pero hubo muchos ecologistas de palabra y contaminadores en los hechos . Algunos medios han puesto como caso emblemático el del príncipe Harry (34), quien pronunció un apasionado discurso sobre cómo salvar el planeta, suscitando críticas por la contradicción entre sus palabras y sus hechos: «Es de lo más estúpido recibir enseñanzas sobre impacto ambiental de un príncipe cuya familia se regodea en múltiples palacios», escribió un columnista del «New York Post».
El «Daily Mail» reveló este domingo que Harry fue huésped de un barco gigante, el yate Eos, con un valor de casi 200 millones de euros, uno de los veleros privados más grandes del mundo, con dos motores diesel de 2.300 caballos, propiedad del magnate de la comunicación Barry Diller.
Según el «Daily Mail», citando fuentes de expertos, el Eos, con 93 metros de eslora y tres mástiles, construido en el 2006, produce alrededor de 3,3 toneladas de dañino dióxido de carbono cada hora en el mar, al quemar alrededor de 200 galones de combustible. Afortunadamente, menos mal que Harry aseguró a la revista «Vogue» que él y Meghan Markle no tendrán mas de dos hijos: «He amado siempre la naturaleza y he querido preservarla», pero hoy, añadió Harry, «estamos como las ranas en el agua ya en agua hirviendo».