La crisis no existe para Ana de Armas, ni siquiera con Ben Affleck

La actriz hispano-cubana acumula estrenos, al tiempo que consolida su relación con el actor

Ben Affleck y Ana de Armas durante el rodaje de «Deep Waters»

María Estevez

Si algo caracteriza a las mujeres nacidas el 30 de abril es su personalidad dominante y Ana de Armas , la estrella del momento, enseña en cada personaje su capacidad para superar sus miedos. De Armas ha sido capaz en plena pandemia de recordarnos que ella tiene las riendas de Hollywood, además de las llaves de la casa y el corazón de Ben Afleck . Al actor lo conquistó filmando Deep Water , el thriller erotico basado en una novela de Patricia Highsmith que rodaron juntos. Con los estrenos dando un paso hacia delante en el tiempo ante el cierre de los cines, De Armas acumula películas en la casilla de salida; No Time To Die , donde encarna a Paloma, la nueva chica Bond . Deep Water es una cinta con una gran carga erótica y Blonde, se transforma en Marilyn Monroe en un filme de Netflix inspirado en la novela de Joyce Carol Oates. Imagen de Chopard y portada de varias revistas femeninas, esta joven cubana ha dejado de ser una promesa para convertirse en la gran estrella del 2021.

«Chica bond» Instagram

Ante la falta de acción, De Armas alimenta nuestra imaginación con una realidad de ensueño: paseando a sus perros, subida en la moto de Ben por Sunset Blvd al caer la tarde, viajando en aviones privados con la madre de Ben, tomando deliciosos cafés en Malibú junto a Ben o de gira inmobiliaria al acecho de una casa para irse a vivir con el actor. Ayer mismo, unas fotos robadas mostraban a Affleck abriendo la puerta de su casa, dando la bienvenida a su novia con una camiseta que decía «Acere ya» que en Cubano quiere decir; «amor, ya». Aunque hubo una breve pausa en la avalancha de fotos que los paparazzi les robaban y los rumores de separación circularon, lo cierto es que entre ellos nada se ha enfriado todavía. Affleck acaba de mudarse a una mansión en Pacific Palisades valorada en 20 millones de dólares que compró tras su separación de Jennifer Garner y parece que la está acondicionando para convertirla en el hogar donde vive junto a Ana. De hecho, la relación de la joven actriz cubana, de 31 años, es tan buena con los hijos del actor, que estos, para recordarla, dejaron una foto de ella tamaño real a las puertas de la casa de su padre, mientras ella rodaba su película lejos de Los Ángeles y la mostraron en Instagram. «Su nueva casa se ha convertido en el santuario de Ben, es el lugar ideal para que comience de cero y está situada a menos de tres kilómetros de la casa de Jennifer Garner en Brentwood. Es posible que Ben y Ana den el paso de irse a vivir juntos muy pronto, aunque ella mantiene su apartamento en Venice Beach». Sus amigos aseguran que está muy enamorada y a largo plazo acabará comprometiéndose con Ben.

Ana de Armas se prepara para su año más importante con tres grandes estrenos que pueden hacer de ella una estrella. Cuesta creer que se le escape su oportunidad a esta actriz cubana de ojos color esmeralda y una boca tan sensual como la de Monroe. Ana de Armas, la 76 chica Bond, tiene una historia personal que parece sacada de uno de los filmes que protagoniza. Al crecer en la capital comunista de Cuba, La Habana, nunca pudo ver una película de Bond cuando era niña, y mucho menos soñaba con convertirse en chica Bond. Pero ella quería ser actriz desde los 12 años y después de pasar un tiempo en la Escuela Nacional de Teatro de La Habana, decidió huir del brutal régimen del dictador Fidel Castro con destino a Madrid. Tenía 18 años y podía sacarse el pasaporte español al tener abuelos de nuestro país. «Siempre he sido muy ambiciosa, siempre quiero algo más» ha reconocido. En España, Ana triunfó en El Internado , papel que consiguió a la semana de aterrizar en la capital. La fama trajo consigo riquezas inimaginables en Cuba, donde sus padres, profesores universitarios, vivían con la escasez de alimentos común en la isla de Castro. « Vengo de una familia modesta. Vivíamos sin lujos, con lo básico, lo justo para comer todos los días. Gracias a la honestidad de mis padres, siempre fui consciente de lo que podíamos y no podíamos tener. Mi hermano y yo salíamos a jugar a la calle. No teníamos teléfonos ni Internet ni siquiera reproductores de DVD » reconoció la actriz. En Madrid se enamoró del actor y modelo español Marc Clotet, de 39 años, y se casaron en el 2011.

Más tarde, los amigos de Marc afirmaron que Ana tenía un temperamento feroz y que a menudo se enfadaba. La pareja se separó dos años después y en el 2014 ella volvió a huir, esta vez a Los Ángeles. Con la maleta cargada de sueños, la actriz tenía un plan muy simple: «si tengo que quedarme me quedaré, y si tengo que irme, me iré». No solo se ha quedado en Los Ángeles, sino que ese destino al que se aferra parece deparar las estrellas. Con un estilo de vida muy distinto al que dejó en Cuba, allí regresa tres veces al año para visitar a su familia.

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