Covadonga Trujillo, la joven diseñadora que planta cara al «fast fashion» y apuesta por la moda sostenible
Su colección (Entre[tu]piel), un auténtico viaje para los sentidos, le ha valido el primer premio en la X edición de los Apolda European Design Awards
Emocional, sostenible y para toda la vida. Esta es la puesta en valor que ha llevado a la joven Covadonga Trujillo Mateos (24 años) a ganar el primer premio de la X edición de los Apolda European Design Awards 2020. Su colección (Entre[tu]piel), que más que un proyecto es un verdadero viaje para los sentidos, propone una nueva forma de relacionarse con la ropa, «una conversación entre cuerpo y prenda».
Nacida en Gran Canaria, Covadonga abandonó las islas en primero de Bachillerato para estudiar dicho curso en Reino Unido, donde ya comenzó a coquetear con la idea de una industria textil más sostenible: «Estudiamos diferentes modelos de negocio y me di cuenta de que la de la moda es una de las industrias más contaminantes del mundo». Ya de vuelta a España, una vez finalizado el instituto, se matriculó en la Escuela Superior de Diseño de Barcelona, que le daría la oportunidad de volver al extranjero -gracias al programa Erasmus-, esta vez al Amsterdam Fashion Institute, donde encontraría la inspiración definitiva para su proyecto y su carrera profesional.
En el libro «Dissolving the Ego of Fashion», de Daniëlle Bruggeman, con el que dio en el Museo de Arte Contemporáneo de Ámsterdam, encontró la inspiración necesaria para seguir estudiando lo que está pasando en la industria. «Los consumidores, y en general la sociedad, hemos perdido la conexión con la materia , con la tela, el tejido del producto y también con las personas que están detrás de ella y a quienes no vemos, o no quieren que veamos, y que la mayoría de las veces no tienen una vida o un salario digno», reflexiona.
Esta preocupación fue el punto de inflexión que empujó a la canaria a emprender la creación de la colección (Entre[tu]piel), su Trabajo de Fin de Grado, un proyecto que su escuela propuso para participar en el citado concurso alemán del que resultó ganadora. «Tenía claro que quería hacer una colección atemporal, con prendas joya -un concepto muy importante- que sirvieran para toda la vida e incluso que se pudieran heredar de generación en generación. Prendas de muy buena calidad y también con historia».
Las claves
La colección está compuesta por un total de 15 prendas (6 looks ) cuya primera peculiaridad reside en sus etiquetas. Cada una de ellas cuenta, literalmente, la historia que ha vivido dicha pieza hasta llegar «a las manos de la persona que la va a llevar»: «Es como cuando tienes un amigo; si conoces su historia vas a conectar mucho más con él». De esta forma, «la prenda consigue que te vincules mucho más con ella , dure mucho en el armario y se haga más dificil desecharla». Y es que el fast fashion impone precisamente lo opuesto, comprar mucha más ropa, con menos valor, que en el caso de estropearse «no pasa nada, se tira».
«¿Sabías que al menos 100 pares de manos tocan nuestras prendas antes de llegar a nosotros?», esta frase, que la diseñadora encontró en el museo neerlandés Fashion For Good, inspiró parte de la colección y en ella reside una parte determinante de la misma: «Muchas de las prendas tienen manos impresas en 3D sobre los tejidos para ilustrar a todas esas personas que están detrás de ellas».
El tercer pilar de (Entre[tu]piel) es un elemento metafórico, consiste en la relación íntima que se establece entre cada persona y su ropa. Un ejemplo serían las «arruguitas que inevitablemente le salen a las prendas cuando se mueven contigo». Covadonga plasma este concepto en un «estampado hecho con la impresora 3D en el que se recoge esta conversación metafórica y se graba para siempre en el tejido». Este material, explica, «es un polímero biodegradable que se puede reciclar una vez fundido y dado forma de filamento nuevamente».
Ante todo, y siguiendo la línea de reducir el impacto de la industria textil, se trata de una colección sostenible que apuesta por materiales biodegradables y tejidos reciclados . Los botones, por ejemplo, han sido creados a través de una impresora 3D, reduciendo también el impacto en el medio ambiente. Y es que, tal y como explica su creadora, «cuando vas a comprar un botón hay montones, la industria hace muchísimos, y tu eliges los que necesitas. En este caso fue a la inversa. Solo imprimimos los que necesitábamos y en el tamaño necesario».
Ahora, tras recibir este premio -cuya ceremonia tuvo que ser cancelada y llevarse a cabo de manera online por la pandemia del coronavirus-, Covadonga Trujillo, que solo tiene palabras de admiración para el resto de diseñadores y colecciones participantes, señala que el valor añadido en la suya es, sin duda, el emocional: «La relación afectiva entre seres humanos y objetos materiales de moda es particularmente importante en debates hacia la sostenibilidad y circularidad, y para humanizar las prácticas de producción , cuestionándose cómo se hizo y quién la hizo, pero también, dónde terminarán cuando finalice su ciclo de vida».