Controversia por la portada que May protagonizará en «Vogue» EE.UU.

A finales del año pasado, Theresa May , de 60 años, protagonizó una controversia cuando posó en su residencia del Número 10 para la revista de «The Sunday Times», ataviada con unos pantalones de cuero de la diseñadora Amanda Wakeley , valorados en 1.200 euros , y con la cara pasada por la máquina del tiempo gracias al milagro del photoshop. Nicky Morgan , europeísta, ministra de Educación con David Cameron , a la que la nueva premier cesó nada más llegar, la criticó abiertamente por la ostentación. Acto seguido fue represaliada por el gabinete de May, que la dio de baja en una reunión con la premier sobre el Brexit.

A pesar de que aquel incidente, May vuelve con fuerza al papel cuché. El próximo mes de abril se convertirá en la primera mandataria británica que ocupa la portada de la edición estadounidense de «Vogue» . Su legendaria editora, la londinense Anna Wintour , de 67 años, ha conseguido que pose para la revista en Chequers, la bucólica residencia campestre a disposición del asueto de los primeros ministros. La sesión corrió a cargo de la prestigiosa fotógrafa estadounidense Annie Leibovitz , también de 67 años, quien sabe bien lo que es retratar a mujeres poderosas. El año pasado inmortalizó a Isabel II rodeada de sus nietos y bisnietos más pequeños, con motivo de su 90 cumpleaños. También ha fotografiado para «Vogue» a Hillary Clinton y Michelle Obama .

La afición de Theresa May por la moda es conocida y nunca la ha ocultado. En 2014, en el programa de radio inglés «Desert Island Discs», donde se pregunta qué te llevarías a una isla desierta, eligió como su lujo una suscripción de por vida a «Vogue». La otra mujer que ocupó el Número 10, Margaret Thatcher , fue portada cuatro veces de la publicación, pero siempre de su edición británica.

Pero como les ocurrió en su día a las ministras de Zapatero , el posado en una revista de este carácter ha suscitado críticas. El Reino Unido sufre estos días un auténtico colapso en las urgencias sanitarias, que ha llegado a ser calificado de «crisis humanitaria» por Cruz Roja. May, que se ha desmarcado de Cameron con una oratoria muy social, se ha desentendido del problema alegando que es solo el pico estacional de cada año. John Prescott , que fue en su día hombre fuerte con Tony Blair, la ha criticado diciendo que «en vez de en las revistas preferiría verla arreglando el problema del NHS [la sanidad pública]». Como siempre, tampoco faltan en las redes sociales exabruptos lenguaraces sobre el posado.

May es conocida por sus zapatos vistosos. Los más celebres son unos mocasines de estampado de leopardo. Es fiel a las marcas inglesas y ha dejado claro muchas veces que la ropa es su afición: «Me gusta la ropa y me gustan los zapatos. Uno de los desafíos de la mujer en su lugar de trabajo es poder ser tú misma. Puedes ser inteligente, tener una carrera profesional y que te guste la moda ». La primera ministra ofrecerá esta mañana un esperadísimo discurso donde se espera que aclare sus confusos planes para el Brexit.

Anna Wintour, «El diablo vestido de Prada», como la llamó la célebre película en su honor, la mujer que tal vez duerme con gafas de sol, acaba de ser nombrada Dama del Imperio Británico en la relación de honores de la Reina que se acaba de publicar en este arranque de mes. En 2008 ya había sido designada oficial de la misma orden.