El precio que tendrán que pagar los Duques de Sussex por su adiós a la Familia Real británica

El Príncipe Harry y Meghan Markle renuncian a utilizar los títulos de Alteza Real y tendrán que ser independientes económicamente

El Príncipe Harry y Meghan Markle GTRES

ABC

Los Duques de Sussex están cada vez más cerca de conseguir por fin su ansiada salida de la Familia Real británica después de tanto sufrimiento y de la crisis que abrieron el pasado 8 de enero al anunciar su deseo de irse. Este sábado mismo, el Palacio de Buckingham anunciaba el acuerdo al que han llegado con los Duques de Sussex para dejar de ser miembros activos.

Será en primavera cuando se haga efectivo este acuerdo que será revisado en un año, por si se necesitase hacer algún cambio, pues sin duda es algo histórico dentro de la Familia Real británica. Como parte de lo pactado por el Príncipe Harry y Meghan Markle renuncian a sus títulos reales. Ya no representarán a la Reina aunque sí se han comprometido a respetar sus valores, al igual que Archie, el hijo de la pareja. Con ello la Corona se asegura que concedan alguna exclusiva. El título de Su Alteza Real sí podrá ser otorgado de nuevo, pero solo lo podrá hacer un monarca.

El hijo de Diana de Gales también renuncia a sus títulos militares y a su papel como embajador de la Juventud de la Commonwealth. Esto significa que tampoco percibirán fondos públicos. Lo que queda en el aire es lo relativo a su seguridad. ¿Cómo se financiará y gestionará la seguridad del Príncipe Harry y Meghan Markle, además de la de Archie? Este punto no se ha aclarado y no parece que el Palacio de Buckingham vaya a hacerlo. Tampoco lo relativo a la marca Sussex Royal, que registraron antes de anunciar su intención de abandonar sus deberes reales.

Lo que seguirán ostentando es el título de Duques de Sussex, otorgado por la Reina Isabel II el 18 de mayo de 2018. Esto significa que mantendrán sus patrocinios privados a organizaciones y proyectos sociales.

Valorando el comunicado y el acuerdo al que han llegado, cierto es que su salida de la Familia Real británica podría haber sido mucho más abrupta. La Reina Isabel II ha decidido ser comprensiva y práctica para no dilatar más en el tiempo esta crisis dentro de la Familia Real británica que ha quitado el foco al escándalo del Príncipe Andrés . Se nota el amor que le profesa la Monarca a su nieto y comprende a la perfección la presión mediática a la que han sido sometidos los Duques de Sussex en los últimos meses. De hecho en el comunicado hace referencia a su papel como abuela y se refiere a Harry como su nieto. Desea que, aunque sea fuera de la Familia Real británica, tengan una vida feliz y pacífica. El hermano del Príncipe Guillermo no quiere que su mujer viva la misma situación que su madre, Diana de Gales.

Un nuevo horizonte

Que hayan conseguido un acuerdo bastante beneficioso no significa que lo vayan a tener fácil. La idea de mudarse durante algún tiempo a Canadá está causando bastante revuelo en el país norteamericano. Sobre todo a raíz de la oferta del primer ministro Justin Trudeau de pagar la mitad de lo que cuesta su seguridad privada (hasta ahora costeada por los contribuyentes británicos ). Varios medios de comunicación no tardaron en mostrar su total desacuerdo con este ofrecimiento.

Canadá «da la bienvenida a personas de todas las religiones, nacionalidades y razas, pero si usted es un miembro de alto rango de una familia real, este país no puede convertirse en su hogar», sentencian desde el «The Globe and Mail», considerado como el medio más importante del país. En sus líneas tildan de «vago» su plan de traslado : «Canadá no es una casa intermedia para cualquiera que quiera salir de Gran Bretaña sin dejar de ser un miembro de la realeza».

Otro de los problemas a los que se enfrentarán es conseguir ser «financieramente independientes». Seguro que trabajo no les faltará, pero necesitan uno que mantenga su alto nivel de vida. Prueba de ello es la casa de 24 millones con la que se ha encariñado Meghan Markle en Vancouver. Además se han comprometido a devolver los casi tres millones de euros de la reforma de Frogmore Cottage , que seguirá siendo su hogar cuando estén en Reino Unido.

Que vayan a dejar de ser, a partir de la próxima primavera, miembros activos de la Familia Real británica no les asegura que el foco mediático se disipe de un plumazo, como es su anhelo. Su vida seguirá interesando. Además, su deseo de dejar de ser royals ha tensado las relaciones entre los miembros, incluso la del Príncipe Harry con su hermano Guillermo, hasta la fecha inseparables.

Por último, y aunque todavía no hay fecha para el juicio que enfrentará a los Duques de Sussex con el tabloide británico The Mail on Sunday y en el que previsiblemente testificará el padre de Meghan Markle, la situación para los Duques de Sussex ha cambiado tras su decisión de abandonar a la Familia Real británica. Ya no se encuentran bajo el paraguas de la Reina Isabel II.

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