Cisma familiar en el imperio de los supermercados Aldi

Los Albrecht, dueños de la cadena, quieren apartar de la gestión a la nuera del fundador por su trepidante tren de vida

Babette Albrecht EFE

ROSALÍA SÁNCHEZ

Alfombras rojas, fiestas, indiscreciones, realities… No hay nada más desagradable para la familia Albrecht, los propietarios de la cadena de supermercados Aldi , un imperio construido sobre los valores de la disciplina, el sentido del deber y la discreción. Excepto para Babette Albrecht , que no se pierde una. Se disfraza de Cleopatra en el Carnaval en Renania, participa en rallies de automóviles históricos y participa en el concurso de televisión «¡A bailar!», la versión alemana de «Mira quien baila», para gran disgusto de su familia política. Su cuñado, Theo Albrecht Jr ., considera que «está dañando la reputación de la empresa» y que «si la familia no se mantiene unida en torno a los valores que la hicieron fuerte, la empresa corre el peligro de desaparecer», según una declaración publicada por «Bild Zeitung» que deja traslucir que la tensión en el interior de la familia es ya insostenible.

El primer supermercado Aldi, abierto en Alemania en 1962, fue fruto de la mentalidad de postguerra. El patriarca Theo ahorró durante años para llevar a cabo sin créditos de por medio su idea empresarial, un distribuidor de alimentos accesible a los bolsillos más desfavorecidos. Si siempre fue un hombre de vida piadosa y discreta , aún se enrocó más en esos valores tras el secuestro de su hijo, en 1971, durante 17 días en manos de dos criminales que acaban de morir, por cierto, sin haber desvelado a dónde fue a parar el dinero del rescate. Albrecht padre entendió que debía llevar una vida lejos de la publicidad y en la más absoluta austeridad y educó en esos principios a sus vástagos, que siempre siguieron su ejemplo. La boda de uno de ellos, Berthold, con Babette nunca fue del gusto de la familia, no por su procedencia humilde, sino porque era ajena a la cultura Aldi. Mientras vivió su marido, se plegó a los deseos del clan; pero apenas enviudó, en 2012, impuso sus propias normas y comenzó a vivir como si no hubiera un mañana. Ella y sus cinco hijos.

Hijo sin asignación

Babette disfruta de una asignación de un millón de euros al año y rendimientos de hasta 35 millones anuales, pero sus cuatrillizos no reciben asignación hasta que cumplan 32, en 2022, porque por expreso deseo del fundador los jóvenes de la familia deben dedicar su juventud a prepararse, hacer carrera y aprender a vivir por sus propios medios. Babette, que ha heredado la sección Aldi Norte, ha forzado esa cláusula del testamento y ha exigido para sus hijos puestos al máximo nivel en la administración de la empresa que garanticen sus ingresos. Su presencia ha generado cierto caos en la dirección y el tío Theo, a la cabeza de Aldi Sur, se lo reprocha. «La empresa debe ser la primera prioridad para toda la familia propietaria, si es que no desea hundirse», ha dicho el líder, con una fortuna de más de 22.000 millones de euros que aparece en el número 23 de la lista «Forbes». La compañía genera más de 50.000 millones de euros al año , con 5.000 supermercados en todo el mundo, 1.300 de ellos en EE.UU. y, solo en Alemania, 30.000 empleados.

«Mis padres, mi hermano y yo siempre estuvimos unidos en torno a esa idea», insiste Theo, consciente de que su madre, Cäcilie, cumplirá 90 años en agosto y teme dejar esta vida sin lograr poner orden en el imperio . «Mi cuñada y mis sobrinos, sin embargo, dan prioridad a mantener un ritmo de vida caro ponen la liquidez de la empresa a su propia disposición», acusa Theo.

Luchas en los tribunales

Babette tiene 57 años y una vitalidad desbordante. Sus hijos no parecen encaminados a cambiar de ritmo cuando hereden su participación y Theo está convencido de que no puede llevarse ese tren de vida cuando tus clientes son los de menor capacidad adquisitiva del mercado, por lo que está luchando en los tribunales por retirar a los Aldi norte de la gestión y el expediente de esta guerra del clan está siendo estudiado por un tribunal de Schleswig.

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