Chris Pratt y la hija de Schwarzenegger esperan su primer hijo

En junio del año pasado, Chris Pratt contrajo matrimonio con la hija de Arnold Schwarzenegger , Katherine . Un enlace que se convirtió en la boda del año en Hollywood. El actor y la escritora son dos personas extremadamente religiosas, motivo por el cual se casaron en la mega iglesia Hillson de Los Ángeles, la favorita de Justin Bieber y Kourtney Kardashian , ya que Pratt sigue fielmente a su pastor, Chad Veach .

Se unieron en un matrimonio cargado de glamur cinematográfico y político. Más allá de la estirpe demócrata de los Kennedy -la madre de ella es Maria Shriver y su abuela era Eunice Kennedy , hermana de JFK -, cabe recordar que Arnold fue gobernador republicano de California. Dicen que hay novias que tienden a casarse con hombres que se parecen a sus padres. Desde luego, con Chris Pratt dio, pues hace unos años tomó el relevo de Arnold como el mayor héroe de acción.

Casi un año después de su boda, la feliz pareja está esperando su primer hijo en común, tal y como ha desvelado este fin de semana la revista «People». Este será el primer hijo para la joven escritora pero no para el actor, que tiene un hijo ( Jack , de 7 años) fruto de una relación anterior con la actriz y productora Anna Farris . Por el momento ninguno de los dos ha querido pronunciarse al respecto, pero el actor ha desvelado en numerosas ocasiones su intención de formar con Katherine una familia pronto. «Muchos niños. Tal vez menos tiempo trabajando, más tiempo disfrutando de la vida», dijo el actor durante una entrevista con «Entertainment Tonight» pocos meses antes de su boda. «Siempre quiero ser ese tipo que trabaja para vivir, no para trabajar. Creo que solo quiero estar mucho tiempo en la granja y mucho tiempo pescando y viendo muchas puestas de sol», añadió.

De Chris Pratt se sabe que es amante del fútbol, diestro con la guitarra, adicto al café negro y dueño de una voluntad de hierro: para el rodaje de «Money Ball», fue capaz de adelgazar 27 kilos en un tiempo récord. En Hollywood le conocen como "«Monkey Boy» (chico mono). Sin embargo, y al igual que su célebre suegro, no siempre tuvo la fortuna de su lado: en 1996 llegó Los Ángeles, procedente de Virginia (Minnesotta) a bordo de una furgoneta azul, que fue su hogar durante dos años. «Vivía al día, con trabajos temporales que solo me daban para comer y pagar la gasolina», explicó en su momento.