Los secretos que esconden las paredes de Chequers, el retiro donde Boris Johnson se recupera

Fue hace unas semanas cuando se conoció que Boris Johnson , había dado positivo por coronavirus. A pesar del diagnóstico en un principio favorable, el político tuvo que ser ingresado en la UCI tras un notable empeoramiento de su estado de salud. Su actual pareja, Carrie Symonds , que está embarazada de su primer hijo en común con Johnson, también está contagiada y ahora se recuperan juntos después de que el primer ministro británico recibiera el alta hospitalaria hace tan solo unos días.

La pareja ha decidido trasladarse durante estos días de su casa en Downing Street a Chequers, la residencia de verano de los primeros ministros británicos desde hace décadas. Tal y como informa «The Guardian», allí estarían disfrutando de largos paseos gracias a las 600 hectáreas en las que se extiende la finca, junto a su perro, Dilyn.

Situada a unos 60 kilómetros de Londres, cerca de Ellesborough, en el condado de Buckinghamshire se sitúa este enclave de estilo Tudor que en 1917 fue cedido por Arthur Lee al Estado. Tenía el convencimineto de que cuanto mejor era la salud mental y física de los mandatarios, mejor gobernarían. Acpartir de entonces se estableció como residencia de recreo para mandatarios. Pero antes de todo eso, durante la Primera Guerra Mundial, Chequers cumplió su función como hospital en el que descansaban y se recuperaban oficiales británicos heridos. Lee la restauró posteriormente.

Los muros de esta residencia han acogido a todo tipo de personalidades y han sido testigos de momentos históricos, como las reuniones de Churchill (aquí también escribió sus discursos durante la Segunda Guerra Mundial) con mandatarios de todo el mundo o el encuentro entre Margaret Thatcher y el líder soviético Mihail Gorvachov para escenificar el fin de la guerra fría. El propio marido de Thatcher, , Denis, estaba enamorado de Chequers: «Chequers es la razón por la que merece la pena el puesto»

También Hillary Clinton , Angela Merkel o los Aznar y en la época de Toni Blair estuvieron en Chequers. «Tony se pasaba casi todo el día sentado en el jardín, rodeado de papeles, haciendo alguna llamada de teléfono y siempre con una taza de té en la mano», contó en una ocasión Alastair Campbell.

La mismísima Diana de Gales se reunió en secreto con Blair en la residencia, un mes antes de su accidente, en 1997, para tratar, presuntamente, temas relacionados con el Príncipe Carlos tras su divorcio. El objetivo no era otra que tratar un tema tan espinoso como su divorcio, el que subió a la Monarquía británica en una profunda crisis.