Los chavistas celebran con luces láser las siete estrellas del Hotel Humbolt
Los caraqueños contemplaron, entre boquiabiertos e indignados, el espectáculo luminoso en la cima del cerro Ávila
Desde la cima del cerro Ávila, a 2.100 metros de altitud , los caraqueños se quedaron boquiabiertos días atrás al ver que desde el emblemático Hotel Humboldt se emitía un abanico de luces láser por todo el valle de Caracas, igual que si las laderas de la montaña se hubieran vestido con una gigantesca falda iluminada. Resultó un espectáculo inusual en la triste y solitaria ciudad , que agoniza en las ruinas económicas en que las ha sumido el régimen de Nicolás Maduro (57 años). Un régimen que ha empujado a unos 4,6 millones de venezolanos a escapar de la profunda crisis, en la que ya se considera la mayor diáspora de la historia latinoamericana.
Horas después, y gracias a la filtración de una serie de fotos y vídeos en las redes sociales , se supo que el haz de luz formaba parte de la puesta en escena de una gran fiesta financiada por la cadena hotelera Marriot, con el objeto de promocionar las siete estrellas del hotel Humbold, el primero de esa categoría de lujo en Venezuela . Entre el grueso de los invitados, un buen número de socialités chavistas bastante anónimos, por cierto, pues las páginas faranduleras no mostraron las imágenes de los presentes.
Hasta la madrugada
Quien destacó en el sarao, sin embargo, fue Nadia Chambra , la hija del empresario venezolano Antonio Chambra , dueño y fundador de Traki, una cadena de tiendas que también se le atribuye a Diosdado Cabello , el segundo hombre fuerte del régimen de Maduro. Nadia no ocultó en su Instagram momentos de la magnífica fiesta, durante la cual estuvo acompañada por su novio, George Antar , empresario conocido por ser el presidente de la Liga Venezolana de Fútbol y el propietario del Deportivo La Guaira . La escenografía del evento incluyó fuegos artificiales, barra libre y música a todo volumen – del pop a la rumba – hasta altas horas de la madrugada.
El Humboldt es un establecimiento que el dictador Marcos Pérez Jiménez mandó construir en 1958 –y que no tuvo tiempo de inaugurar– sobre la cima del cerro Ávila . Los chavistas se refieren a este hotel como Waraira Repano, por capricho de Hugo Chávez. Tras décadas de decadencia, fue reinaugurado hace dos años por otro dictador: Nicolás Maduro.
El hotel es una torre circular y pasa por ser una de las pocas atracciones turísticas y recreativas de Caracas gracias a su teleférico. Diseñado por Tomás José Sanabria , un reconocido arquitecto caraqueño que levantó los edificios vanguardistas más emblemáticos de la ciudad, cada Navidad el Humbolt se alumbra con la cruz de Cristo.
La ostentación de la fiesta del Humboldt, cuyos restaurantes son frecuentados por el ministro de Comunicación , Jorge Rodríguez –según fotografías públicas–, así como otros contratistas y enchufados chavistas, contrasta poderosamente con la pobreza que exhiben los venezolanos de a pie, que deambulan por las calles de Caracas desde las cinco de la madrugada buscando comida en los basureros. Esa noche, cuando los miserables caraqueños vieron las imponentes luces iluminando el Ávila, pensaron por un momento que el Niño Jesús les traería un juguete o unos caramelos de regalo de Navidad. Pero no fue así: los más chicos se quedaron esperando la nada , tiritando en la fría noche.
«Esa fiesta se paga con el hambre ajena» , fue uno de los comentarios que destacó en Twitter. Otros usuarios de la red social criticaron el despilfarro de la celebración, alegaron que se financió con dinero obtenido del narcotráfico y el lavado de dólares.
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