Carlos Fitz-James Stuart y Solís, ilusionado con una joven adinerada y discreta
El benjamín del duque de Alba mantiene una relación desde hace dos meses con Belén Corsini de Lacalle
Carlos Fitz-James Stuart y Solís (25 años), conde de Osorno y Grande de España, pasó a la primera línea de solteros de oro de la Casa de Alba el pasado 6 de octubre, cuando su hermano Fernando, duque de Huéscar y primogénito de Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo y Matilde Solís , se casaba en el Palacio de Liria con Sofía Palazuelo . Inmediatamente después de aquel mediático enlace el conde de Osorno pasó a ser objetivo de los paparazis, que no han tardado en dar con su nueva ilusión sentimental. Según publicó ayer la revista «¡Hola!», el benjamín de los Alba mantiene una relación desde hace dos meses con Belén Corsini de Lacalle , una joven de 30 años con estudios en Administración y Dirección de Empresas, con quien el conde de Osorno comparte su afición por los viajes y los días de campo.
Importante constructora
La familia de Belén no es desconocida para la Casa de Alba. La novia del conde de Osorno pertenece a «La Tribu», así se hace llamar popularmente la familia Corsini Muñoz, descendientes del ingeniero Carlos Corsini Senespleda, fundador de la empresa constructora Corsán. Belén es nieta de Jacobo Corsini -quien en 2004 vendió junto a sus hermanos la empresa familiar por 325 millones de euros, hija de Juan Carlos Corsini y prima hermana de Laura Corsini, propietaria y diseñadora de la firma de básicos Bimani13.
Aunque en el entorno del conde de Osorno nadie se atreve a confirmar la noticia, sí afirman que Belén y él tienen en común un rasgo que el duque de Alba ha inculcado a sus hijos desde pequeños: la discreción. «Por eso Carlos siempre se ha sentido muy cómodo cuando Fernando ha tenido el protagonismo en los medios de comunicación», apuntan.
El divorcio de Carlos de Alba y Matilde Solís en 2004 unió mucho a sus hijos, que se apoyaron mutuamente y ahora se llevan muy bien. Comparten grupo de amigos y también estudiaron juntos en Boston la licenciatura en International Bussiness en el centro College For International Studies (CIS). Aquellos días en Boston, alejados de los focos, Fernando comenzó su relación con Sofía Palazuelo que culminaría este año con su «sí, quiero». Carlos también conoció allí a su primera novia, quien, casualidades del destino, también se llamaba Belén. Aquella relación duró poco tiempo y, hasta ahora, al conde de Osorno no se le había destapado otro nuevo amor.
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