Ana Botella asegura que se siente «muy feliz fuera de la política»
La exalcaldesa de Madrid fue una de las numerosas invitadas al desfile de Tot Hom
La cita era en la residencia del embajador de Francia en Madrid y el motivo, presentar la colección de Primavera-Verano de la firma catalana Tot Hom. En primera fila y tomando buena nota de los modelos que desfilaron se encontraban Ana Belén, Pastora Vega, Ana Rosa Quintana –acudió con su futura nuera para empezar a ver diseños de cara a la boda–, Rossy de Palma, la modelo y diseñadora Celia Forner, María García de la Rasilla, esposa de Konstantin de Bulgaria; las hermanas Carla y Miriam Lapique, felices ante el debut como modelo de su sobrina; la experta en belleza Maribel Yébenes, la marquesa Vega de Anzo, Paloma Segrelles… La lista de invitadas fue larga, al igual que las propuestas que se vieron en el impresionante salón de los tapices, donde se sirvió un brunch. No se echaron de menos a las gallinas que el anterior embajador tenía correteando por los jardines y que fueron pasto de todo tipo de comentarios. Tras la salida de Jérôme Bonnafont de España, nadie sabe qué fue de las gallinas, si las regaló o se las llevó a París; además, muchos prefieren no recordar algunas escenas protagonizadas por su marido, Danny Lalrinsan, que no sentaron bien entre el personal de la embajada. Pero eso ya es el pasado.
En el desfile corrió el rumor de que acudiría la vicepresidenta en funciones, Soraya Sáez de Santamaría, cosa que no ocurrió, como era de imaginar, pues estaba en el Congreso. Precisamente sobre lo que allí ha sucedido se pronunció Mar García Vaquero, esposa de Felipe González . A propósito de las palabras de Pablo Iglesias en el Congreso sobre el expresidente del Gobierno – «tiene el pasado manchado de cal viva» –, Mar las calificó de «tremendas» y aseguró que se quedó «horrorizada» al escucharlas. Con un collar de ámbar verde y anillo a juego, piezas diseñadas por Felipe, García Vaquero se sentó junto a sus dos hermanas, Begoña y Carmen. Por cierto Begoña, esposa del propietario de Joy Eslava Pedro Trapote , desmintió que la célebre discoteca estuviera en venta.
Menos locuaz, y eso que la mañana era para comentar largo y tendido, se mostró la ex alcaldesa de Madrid Ana Botella . No quiso decir nada sobre la sesión de investidura y sólo aclaró que se encuentra «muy feliz fuera de la política» . Botella se ha entregado en cuerpo y alma a su papel de abuela y se resiste a opinar sobre la gestión de Manuela Carmena en el Ayuntamiento ni sobre la situación del PP. Sus razones tendrá.
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