Begoña Villacís firma su divorcio de Antonio Suárez-Valdés
La pareja cesó la convivencia conyugal durante el confinamiento, pero no fue hasta junio cuando la noticia se hizo oficial
![Antonio Suárez-Valdés Y Begoña Villacís](https://s2.abcstatics.com/media/estilo/2020/10/07/villacis-k0cH--1248x698@abc.jpg)
El pasado mes de junio ABC adelantaba la decisión tomada por Begoña Villacís (42 años) y el reputado abogado militar Antonio Suárez-Valdés de poner fin a su matrimonio después de 15 años casados y tres hijas en común. Tras un peculiar confinamiento en el que la política de Ciudadanos se trasladó de su hogar familiar en el centro de Madrid a un chalet en Villanueva de la Cañada -con el objetivo, se apuntó, de evitar contagios- se confirmaba entonces que esto fue solo el principio del cese de la convivencia conyugal.
Noticias relacionadas
Ahora, tal y como recoge «Vanitatis», la política ya ha firmado los papeles del divorcio, que se hará efectivo durante los próximos días. Todas las decisiones se han tomado por la expareja de mutuo acuerdo y no ha habido enfrentamiento alguno por la custodia de sus hijas, cuenta una fuente cercana a la política al medio citado, pues su progenitor podrá verlas siempre que quiera. «Antes de que acabe octubre todo estará ratificado», cuenta.
Ruptura inesperada
Suárez-Valdés es abogado especializado en derecho militar y dirige un gabinete al que dan nombre sus apellidos. A lo largo de su trayectoria profesional, y desde hace 20 años, ha ofrecido asesoramiento a policías, guardias civiles y militares. La vicealcaldesa formó parte del bufete hasta 2009, cuando comenzó una nueva experiencia profesional en Legalitas, y antes de dedicarse en cuerpo y alma a la política.
Villacís siempre ha mantenido su relación en un discreto segundo plano, siendo sumamente difícil encontrar fotografías de la familia al completo e incluso del matrimonio, fruto del cual nacieron sus tres hijas Paula (14), Jimena (13) e Inés . Esta última llegaba al mundo el 20 de mayo de 2019 tras un embarazo inesperado. «Necesité, la verdad, unos minutos para asimilar la noticia: dos adolescentes y un bebé, familia numerosa (...) Unos minutos después, vino la ilusión de volver a tener un pequeño en casa, la posibilidad de vivirlo junto a mis hijas y mi familia. Volver a tener la oportunidad de vivir una etapa de mi vida que recuerdo con mucho cariño, y con nostalgia de vez en cuando», escribió la política en Instagram al hacer pública la noticia.
Tras serle practicada una cesárea programada, y habiendo trabajado hasta el último día antes de dar la bienvenida a su pequeña, el matrimonio abandonó el Hospital Fundación Jiménez Díaz junto a su hija, e incluso posaron y dedicaron unos minutos a los medios que allí se agolpaban.
Pero el amor comenzó a apagarse. «Desde enero ha adelgazado entre ocho y diez kilos (...) Nadie sabe qué le ha pasado, pero ha tenido que ser algún problema personal. No creo que lleguemos a saberlo porque ella siempre ha sido muy reservada con sus cosas y ahora parece que está mejor. Lo importante es que se la ve mucho más animada y feliz», contaba a ABC una fuente cercana a su entorno una semana antes de conocerse su separación.