Beatriz de York, enamorada de un multimillonario divorciado
La nieta de Isabel II sale desde hace dos meses con Edoardo Mapelli. Su entorno ya habla de boda
A la Princesa Beatriz de York (30 años) parece haberle entrado el gusanillo del matrimonio tras asistir en menos de seis meses a dos bodas de cuento; la de su primo, el Príncipe Harry , con Meghan Markle , en el castillo de San Jorge de Windsor el pasado junio y la de su hermana, la Princesa Eugenia con el empresario Jack Brooksbank en octubre en el mismo emplazamiento. La hija mayor del Príncipe Andrés y Sarah Ferguson ya sueña con caminar al altar del brazo de su recién estrenado novio Edoardo Mapelli Mozzi . Llevan saliendo tan solo dos meses, pero su entorno ya habla de una futura boda, quizá para 2019. «Han estado de vacaciones juntos y Beatriz ya se lo ha presentado a sus padres . Las cosas van muy deprisa y no sorprendería a nadie si se comprometieran en un corto período de tiempo.Incluso podrían casarse en 2019», ha declarado una fuente del entorno de la Princesa al diario «The Sun».
Y, ¿quién es él? Edoardo, de 34 años y origen anglo-italiano, tiene un hijo llamado Wolfie de un matrimonio anterior. En 2007, fundó la consultora inmobiliaria Banda, especializa en la búsqueda y el desarrollo de viviendas de lujo para multimillonarios. Es un amante del cricket, los perros y la ópera. Se conocieron gracias a un amigo en común , puesto que ambos comparten el mismo círculo.
El nuevo novio de Beatriz es el hijastro de Christopher Shale , un amigo del ex primer ministro David Cameron . Shale murió en el Festival de Glastonbury en 2011.Edoardo es el primer novio que se le conoce a Beatriz de York desde que en el 2016 rompiese con el estadounidense Dave Clark tras diez años de relación. La nieta de Isabel II no digirió nada bien que su ex, un ejecutivo de Uber, se casasae con su novia Lynn Anderson el pasado julio.
Beatriz trabaja actualmente como vicepresidenta de innovación para la compañía de software Afinity, aunque no parece que el cargo le robe demasiado tiempo. Los medios británicos siempre han ironizado con sus eternas semanas de vacaciones y su pasión por la vida ociosa, heredada de su padre. Ni ella ni su hemana Eugenia reciben una asignación económica de la Casa Real británica y les ha costado encajar en ese papel de «segundonas» siempre a la sombra de los Príncipes Guillermo y Harry . El Príncipe Andrés todavía se pregunta por qué la boda de su hija no fue televisada en la BBC y la de su sobrino sí.
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