Baby y Crista, las infantas españolas que vivieron en el Palacio de Kensington, la casa de Lady Di

Una novela histórica vuelve a poner de moda a las hijas de Alfonso XIII y Victoria Eugenia

Beatriz y Cristina de Borbón en 1926, durante un paseo en el Campo del Moro Archivo ABC

S.G.E.

La prensa británica está comenzando a descubrir a la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. Hace algunas semanas, por ejemplo, la revista Tatler, la centenaria «biblia» de la aristocracia londinense, incluía a la hija mayor de Don Felipe y Doña Letizia en su ranking de las princesas más bellas de Europa y recordaba que Leonor será la primera Reina de España desde el siglo XIX . Precisamente hace un siglo, Tatler y otras publicaciones del Reino Unido hablaban de otras dos «princesas» españolas: Beatriz y María Cristina de Borbón y B attenberg, las hijas de Alfonso XIII y Victoria Eugenia .

Las Infantas en Londres, en una imagen de 1930 Archivo ABC

En «B aby y Crista. Las hijas de Alfonso XIII » (La esfera de los libros), el periodista Martín Bianchi cuenta de manera novelada las vidas de Beatriz y María Cristina, a los que sus familiares llamaban cariñosamente Baby y Crista, y descubre aspectos desconocidos sobre las hermanas del Conde de Barcelona y tías del R ey Juan Carlos . Una de las curiosidades sobre las vidas de estas dos infantas es que durante el reina alfonsino solían pasar largas temporadas junto a su madre en Londres. Victoria Eugenia , inglesa de nacimiento y nieta de la Reina Victoria, nunca dejó de visitar su país natal e intensificó sus estadías en la capital británica tras el inesperado fallecimiento de su hermano, el príncipe de Leopoldo de Battenberg , en 1922.

La trágica muerte de Leopoldo, que solo tenía treinta y dos años y era hemofílico como dos de los hijos de Victoria Eugenia, causó estupor y gran pena en la familia de la Reina de España, y especialmente en su madre, la princesa Beatriz del Reino Unido. Para animarla, Ena decidió viajar a Londres con sus hijas, Baby y Crista, que entonces eran dos bellas infantas de trece y once años. La princesa Beatriz las acogió en su casa, el Palacio de Kensington, que muchos años después sería la residencia oficial de Diana de Gales y actualmente es la de Guillermo y Kate, los duques de Cambridge.

Las visitas de Ena y sus hijas a Kensington se convirtieron en una tradición y Baby y Crista empezaron a pasar un mes cada año (a veces más) en el palacio londinense junto a su abuela. La llamaban «Gangan», un apodo que luego heredó Victoria Eugenia -sus nietos la llamaban así-, y que actualmente utilizan los hijos de Kate y Guillermo para referirse a su bisabuela, Isabel II.

Las hijas de Alfonso XIII posan para el pintor Virgilio González ARCHIVO ABC

Cuando Baby y Crista entraron en la adolescencia, se convirtieron en « it girls » para la prensa inglesa. Los periodistas escribían sobre sus visitas a Kensington y sus actividades en la ciudad: su asistencia al tradicional Festival de las Flores de Chelsea, sus tardes de compras en las tiendas de South Kensington y Oxford Street -eran clientas de Selfridges, Asprey, Barkers of Kensington-, o sus visitas a la comunidad de religiosas de Siervas de María residentes en Londres.

Las infantas también pasaban mucho tiempo dentro de palacio, con su abuela, que era una artista bohemia a la que le gustaba escribir, actuar, bailar, pintar y hacer fotografías (tenía su propio cuarto oscuro para revelar fotos). Abuela y nietas pasaban muchas tarden tocando el piano, interpretando piezas de Bach, Chopin, Beethoven o Schunert, o paseando por los jardines de Kensington, donde podían cruzarse con otras ancianas «inquilinas» del palacio, como la duquesa de Argyll (también hija superviviente de la Reina Victoria), o la marquesa de Milford-Haven (abuela del duque de Edimburgo).

Pese a su parentesco con la Familia Real británica, Baby y Crista no tuvieron una relación estrecha con sus primos, los príncipes Eduardo (luego Eduardo VIII) y Jorge (luego Jorge VI, padre de la actual Reina de Inglaterra), que eran unos años mayores que ellas. Eduardo, de hecho, solía referirse de manera despectiva al Palacio de Kensington, al que llamaba «el vertedero de tías».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación