Así es Ashley Biden, la hija del presidente electo de EE.UU. y antítesis de Ivanka Trump
Trabajadora social, empresaria de moda sostenible, la hija de Joe Biden marcará otro estilo en la Casa Blanca
Nació el 8 de junio de 1981 en Wilmington (Delaware), la ciudad que el pasado sábado celebró por todo lo alto el triunfo en las urnas de su progenitor, el flamante presidente electo de EE.UU. Se llama Ashley, y es la primera hija en común de Joe y Jill Biden , aunque, eso sí, tiene dos hermanos mayores: Beau y Hunter, nacidos del primer matrimonio del político con Neilia Hunter, quien perdió la vida en un accidente de tráfico en 1972 cuando Joe se estaba presentando para su primer mandato en el Senado. En el siniestro también falleció la hija pequeña del matrimonio, de un año.
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Ante semejante pérdida, el presidente electo se tomó su tiempo para asumir otras responsabilidades que le embarcaron en su exitosa carrera política. No fue hasta tres años más tarde cuando conoció a Jill, una mujer que se había divorciado recientemente: «Ella me hizo pensar que mi familia podría volver a estar completa», relata Biden en su biografía de 2007 «Promises to Keep». Y, efectivamente, Jill le ayudó a salir adelante y cuidó de sus dos hijos hasta el año 2015 cuando Beau Biden falleció por un tumor cerebral .
Los hermanos Biden siempre estuvieron muy unidos. « Desde el momento en que nació Ashley, sus hermanos la cuidaron mucho », comentó su madre Jill en 2018 en el programa matinal «Delaware Today». «Ella siempre los ha admirado. De pequeños eran inseparables incluso ahora, le tiene mucho cariño a Hunter. Han vivido muchas cosas juntas. Especialmente la pérdida de Beau», comentó Jill.
El trabajo social, su pasión
A pesar del fallecimiento de su hermano, Joe y Jill se aseguraron de que Ashley tuviera una infancia apacible. Fue a un colegio privado en Bloomington (Delaware) y, tras culminar el bachillerato, decidió estudiar antropología cultural en la Universidad de Tulane. Pero una vez graduada no tenía muy claro su próximo paso y empezó a trabajar como camarera en una pizzería. En numerosas entrevistas Ashley ha dejado clara su trayectoria y ha confesado que el trabajo social se convirtió en su pasión . Por ello, cuando tenía 26 años aceptó convertirse en personal de apoyo clínico en un centro de salud mental infantil . Cuatro años después, decidió regresar a la universidad para especializarse como trabajadora social y así poder ejercer en residencias de mayores y centros de detención de menores.
A medida que transcurrieron los años, Ashley obtuvo muchas experiencias laborales que acabaron convirtiéndola en una defensora de la reforma de la justicia penal. Realizó muchas investigaciones en el Centro de Justicia de Delaware para desempeñar programas de intervención y prevención del crimen en muchos jóvenes .
Una imagen muy discreta
Joe Biden siempre se ha dedicado a la política pero su hija, Ashley siempre ha preferido la discreción ante los medios . Su Instagram es un perfil privado y no suele hacer apariciones en público . Pero en el año 2014, en Washington, asistió al evento «Women Rule» y expresó públicamente en el discurso de apertura que, «es un honor estar aquí en medio de una sala llena de mujeres que gobiernan»: «Realmente hay una energía realmente buena y, de hecho, me siento cómoda, y en este tipo de cosas normalmente no lo hago», comentó Ashley, dejando en evidencia que estar al frente de la prensa no era precisamente su tarea favorita .
En cuanto a su vida amorosa, según People, se sabe que su marido es Howard Kerin , un cirujano judío que conoció a través de su difunto hermano Beau en junio de 2010. Salieron durante dos años, Joe Biden apoyó la decisión de su hija de casarse y los motivó a formar una vida juntos. «Este es el hombre adecuado. Ella se está convirtiendo en una mujer increíble», dijo su padre en una entrevista a la revista americana.
«Livelihood», un salto hacia la moda
Además de todas las labores que ha desempeñado a lo largo de su vida, Ashley también decidió crear su propia marca sostenible de ropa, llamada « Livelihood », que ella misma describe como «una marca para usar la conciencia social y ética que se inspira y retribuye a lo extraordinario y cotidiano de las personas». Y es que, el 10% de todas las ganancias que genera son donadas a organizaciones benéficas en todo Delaware . Su marca ha tenido tanto impacto en Estados Unidos, que el Hotel Hamilton la seleccionó para rediseñar los uniformes del personal junto con una donación de 15.000 dólares.
Fan número uno
A pesar de huir de la atención pública. Ashley siempre ha mostrado su apoyo incondicional a su padre . Fue precisamente a mediados de este año, en la Convención Nacional Demócrata online, cuando expresó todos los valores de su padre: «Estoy lista para la presidencia de mi padre, nos ayudará a resolver algunos de los grandes desafíos de nuestra generación. Ayudará a nuestras escuelas públicas a ser más igualitarias y equitativas, para que podamos cumplir la promesa de oportunidades para todos . Hará que el cuidado de los niños sea más asequible y creará empleos sindicales bien remunerados. Abordará la crisis climática, protegerá nuestra tierra y mares, promoverá políticas que valoren nuestro medio ambiente y hagan crecer nuestra economía de energía limpia. Y tiene la empatía y la fortaleza para ayudarnos a abordar las disparidades raciales y económicas que socavan a todas las comunidades».