Así es el artesano valenciano que entusiasmó a Brad Pitt
El actor adquirió para sus hijos cuatro de las sillas-árboles creadas por Nacho Carbonell
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Dicen que Nacho Carbonell es un artesano radical; también, que es un creador industrial. Él no se atreve a definirse, pero lo cierto es que es otra de las mentes brillantes que los españoles hemos dejado escapar (él hizo el petate con destino a los Países Bajos) y que, entre otros clientes vip, ha conquistado al mismísimo Brad Pitt . Es un poco como Maarten Baas , diseñador holandés que rompió moldes con la serie «Smoke», la colección de muebles de anticuarios que ahumó adquiriendo en los mercados un valor mucho mayor que el de los modelos originales.
Al valenciano lo han acogido, como suele pasar en el mundo del diseño, los holandeses de Eindhoven , una de las mejores escuelas del mundo. Para que le reconozcan, hay que contar que cuatro sillas de su colección «Evolution» las adquirió Pitt en la feria Art Basel de Basiela (Suiza), cuando todavía formaba un feliz matrimonio junto a Angelina Jolie . Las quería para el jardín de sus niños y se gastó en estas peculiares sillas-arboles la bonita suma de 84.000 euros. «Lo de Pitt fue un encuentro casual que, a nivel mediático, ayudó muchísimo y, desde luego, nos abrió las puertas en España», declara el artista, que esta semana ha estado de paso por Madrid.
Pero antes de que la adquisición de Brad Pitt le diera fama, Nacho ya tenía bastante prestigio en su ámbito , con distinciones como el Mejor Diseñador del Futuro en la Design Miami Basilea de 2009 o el galardón por esa misma colección del London Design Museum. También ha colaborado con instituciones y museos como el Rijkmuseum.
Las piezas de Carbonell, a quien siempre se le encuentra en la Design Miami Basel (otra cita fundamental del sector), las compran para colecciones privadas de todo el mundo. «T ienen una función emocional y las comparo con un organismo vivo . Mi bisabuelo era ebanista y mi abuela ha conservado sus piezas. A mí me fascina la tradición, el mimo y la técnica con la que fueron concebidas y realizadas. Me encantaría que mis piezas alcanzaran esa perdurabilidad o las de los fantásticos detalles de este palacio. Pero con esto de usar y tirar, el mobiliario pierde su valor. Quiero conectar con las piezas de otras épocas», explica.
Estamos en un palacio que fue del Marqués de Villa Magna , situado en San Lorenzo, en el triángulo de calles que la plataforma ArtU Ready ha habilitado hasta mañana para mostrar el diseño más vanguardista y que arrancó con una mesa redonda en la que participó Nacho, junto a varios ponentes más.
Mal estudiante
El artista confiesa que fue un pésimo estudiante : «Fui tan malo, que tras graduarme en Diseño Industrial me pareció muy injusto llevar 20 años estudiando cosas que no me interesaban y tan solo tener tres meses para formarme en lo que me estaba apasionando, así que decidí ampliar mis estudios».
En 2004 desembarcó en Eindhoven, ciudad que le cambió la vida y sus enfoques artísticos por completo. Carbonell comenzó a comprobar que todo lo que se propusiera era posible y aprendió a utilizar materiales complicados , pero que le devolvían a la tierra: caucho, arenas, hojas prensadas y papel de horno, estudiando sus resultados y dando rienda suelta a su imaginación.
«He visto llorar a la gente al sentarse en los « Pump it Up » -que considero mi mejor colección -, he comprobado cómo se pasan horas enteras probando el nivel de relax de mis sillas», explica satisfecho.