Antonio Banderas: «No quiero formar parte de la cacofonía que opina siempre»
Bloqueo político, inmigración, arte... antes de presidir la gala Starlite, el actor departió sobre su salud y la actualidad
Le acaban de caer las 59 primaveras , lleva años hablando sin tapujos sobre política, pero se aprecia en él cierto hartazgo cuando le preguntan sobre la desasosegante situación que vive España tras cien días sin gobierno y un año de parálisis. Antonio Banderas comparece en el hotel Villa Padierna de Marbella para conversar sobre la X edición de la gala benéfica de Starlite que se celebró anoche, patrocinada por Ford, pero las preguntas sobre el bloqueo político son inevitables. «Los límites que me he impuesto para hablar de política se han agotado. Tengo respeto por los políticos, cumplo con mis obligaciones y efectuó mi voto, pero el político crea una dependencia con su público votante para que estén pendiente de ellos y eso está envenenando el mundo. Estamos intoxicados. La política está en el número 50 de mi orden prioridades, escuchar un disco de los Beatles o leer un libro es más importante. El bloqueo político me preocupa, pero no quiero formar parte de la cacofonía que da opiniones constantemente. Soy una persona pública con una lupa encima y quiero ser cauto».
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Antonio Banderas , enfundado en un pantalón de rayas azul y camiseta blanca, trata de medir muy bien sus palabras. Pero su postura sobre la situación que atraviesa el barco de la ONG española Open Arms, con 121 inmigrantes salvados en el Mediterráneo y sin puerto de destino, es muy clara. «Me parece un horror directamente. Todo se resume en que si no vamos para allá, ellos se vienen para acá. Requiere fondos y tiempo. Hay que hacer un plan Marshall en África. Eso podría llevar ya 50 años en marcha, pero a los políticos no les interesa porque solo piensan en sus cuatro años de Gobierno y además hay que tener fondos. Tenemos un grave problema con los populismos, que responde a la imposibilidad de los partidos tradicionales para resolver los problemas. En EE. UU., de repente llega a presidente un señor que quiere levantar un muro. No se puede ser tan pardillo», comenta el actor refiriéndose a Donald Trump .
El artista malagueño acaba de regresar de Londres donde ha presentado la película «Dolor y Gloria», junto a Pedro Almodóvar y Penélope Cruz . Se le ve repleto de vitalidad y energía, con ganas de devorar el futuro. Atrás queda el infarto que sufrió. Un revés de la vida que ha acabado convertido en regalo. «Una de las mejores cosas que me ha pasado es que me dio un ataque al corazón. Me hizo ver las cosas de una forma más nítida. Y eso separó el agua y el aceite. Y ahí estaban mi familia, mi hija y no mi profesión, sino mi vocación, el ser actor. Y de repente te cambia el aura. Por esa puerta entró Ron Howard para traerme a Picasso, entró Almodóvar después de 10 años sin trabajar juntos. Y el personaje de Almodóvar (en «Dolor y Gloria») no lo hubiera entendido si no me hubiera dado el ataque al corazón». El director manchego le dijo: «Hay algo muy sutil que ha cambiado en ti desde entonces».
Otras maneras
Otro de sus grande proyectos profesionales se centra en Málaga, donde inaugura su teatro el próximo otoño, renunciando al dinero público. «Yo quiero que me juzgue el público, no estar pendiente del cambio de Gobierno y de si me quitan el teatro. Yo respondo a mis patrocinadores que me ayudan a montar esto. C reo en la subvención pública. Hay gente que lo necesita : nuevos directores y compañías de teatro que empiezan. Pero no es mi caso. Me puedo permitir usar otras formas. Y esa forma viene sugerida por los 26 años que he pasado en EE.UU. No existen subvenciones para el arte. Broadway y Hollywood son privados. Es una forma distinta de entender el mundo mío. En Europa sé que es diferente».
Banderas tampoco quiso pasar por alto la acuciante situación que vive el mundo del arte y el cine con el fantasma de los abusos sobrevolando. «La lupa está sobre Hollywood, pero pasa en cualquier empresa y en el mundo entero».
Trabajo de esmoquin
Tras la gala solidaria celebrada anoche, espera poner un granito de ayuda más a su Fundación Lágrimas y Favores. «El que crea que esto es una fiesta que se ponga un esmoquin en agosto en Málaga. Esto es para recaudar fondos». El actor llegó a la Cantera de Nagüeles pasadas las ocho de la tarde con su novia Nicole Kimpel a bordo de un Ford Ranger Rover. Entre los invitados una amplia nómina de celebridades, como el cantante David Bisbal o el futbolista Diego Torres . También, miembros de la realeza, como Marta Luisa de Noruega , que recibió un premio por su labor en varias fundaciones solidarias. Junto a ella, su actual pareja, el chamán Durek Verret , uno de los personajes más buscados de la noche.