Los años de dolor y lucha de Marie Fredriksson
Enferma desde 2002, la fallecida cantante de Roxette nunca abandonó sus dos pasiones: la música y su familia
El 11 de septiembre de 2002, cuando sufrió un ataque epiléptico que permitió conocer la existencia de un tumor cerebral, no solamente cambió la vida de Marie Fredriksson , la cantante del dúo Roxette, sino también la de toda su familia. Aunque sobre el escenario la vimos siempre junto al cantante y compositor Per Gessle (60), su pareja en la vida real, el hombre que estuvo con ella hasta el último momento, fue Mikael Bolyos (62), también cantante pop, con su propio sello discográfico, y padre de sus dos hijos, Oscar Mikael (23) e Inez Josefin (26). Desde que conocieron el diagnóstico, Marie fue reduciendo progresivamente sus compromisos con Roxette y Bolyos redirigió su carrera musical para trabajar casi exclusivamente con su mujer.
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Basándose en las experiencias que la enfermedad de la cantante trajo a la familia, surgió un álbum instrumental con saxofones y guitarristas. Comenzaron las grabaciones en enero de 2003 y los días en que Marie se sentía con fuerzas se aprovecharon para incluir algunas voces, como en «Alone again». «Un par de años después escribí la letra y en 2009 grabamos la canción con Marie», recuerda ahora Mikael. «En ese momento incluso teníamos algunos planes para hacer un trío. Pero como saben, la enfermedad no nos lo permitió». En su última actuación, en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, el pasado 8 de febrero, Marie se mantuvo en el escenario con elegancia, sujetándose a una silla y a un elegante bastón . Falleció esta semana en su residencia en Djursholm (Estocolmo), a los 61 años.
Como siempre
Marie y Mikael se dieron el «sí, quiero» en 1994, después de muchos años en los que habían compartido su pasión común por la música. Para entonces Roxette ya había triunfado con «It must have been love», de la banda sonora de «Pretty Woman» -el filme que encumbró a Julia Roberts en 1990-, pero la pareja no cambió de vida, a pesar de que el éxito económico acompañó al artístico.
Nacida en una población rural cerca del Báltico y en el seno de una familia muy humilde, Marie valoraba las pequeñas cosas, la tranquilidad del hogar, y quiso dar a sus hijos una infancia más feliz que la suya, marcada por un padre alcohólico y por la muerte de su hermana mayor, Anna-Lisa , en un accidente de tráfico. Marie tenía tan sólo 7 años y asegura que aquella tragedia consiguió acercarla más a su familia y forjar su espíritu de lucha, de no rendirse nunca. «En un principio le diagnosticaron que su vida duraría tres años más, por lo que tuve que pensar en cómo podíamos preparar a los niños para eso», anota Boylos como uno de los momentos más difíciles que pasaron juntos.
Otro de los momentos duros fue cuando se vio obligada a cancelar la gira de aniversario de Roxette, en 2016, debido a su estado de salud. Per Gessle explicó en una entrevista RTL: «Las consecuencias de la terapia de radiaciones contra el cáncer son la razón de la cancelación de la gira. Con uno de los ojos apenas puede ver nada y lo peor es su pierna, que mantiene muy limitados sus movimientos». «Apenas podía caminar y me daba miedo caerme todo el tiempo», escribiría ella sobre esa misma decisión en su autobiografía, titulada «Listen to my heart».
Los veranos en Marbella
Pero a pesar de la lucha que la enfermedad de Marie supuso para toda la familia, prevalecen los recuerdos felices, entre los que destacas las vacaciones que solían disfrutar en Marbella desde que tuvieron a los niños. El único momento en que la unidad de la familia estuvo en peligro fue cuando la radiación iba haciendo estragos en el físico de Marie. «Una quiere estar bien, estar guapa, para su marido. Por eso en algún momento me planteé que debíamos separarnos », confesaba la cantante antes de morir. Pero nunca llegó a hacerlo y, según ella misma ha reconocido, fue precisamente la familia lo que la mantuvo con vida durante 17 años y mucho más allá del más favorable de los diagnósticos.